Mucho chisme y poca esencia
Lo que está en juego en el futuro del país es mucho. Lo que se avecina para el 2 de junio no hay que verlo como una elección más. En la decisión que deberíamos de tomar casi 100 millones de mexicanos -exactamente 97,642,599 que hay en la lista nominal del Instituto Nacional Electoral (INE)- que deberemos elegir a quienes estarán en posesión de 20,375 cargos de elección popular, la renovación total del Senado -128 parlamentarios-, de la Cámara de Diputados -500 legisladores- y nueve gubernaturas -Jalisco, Chiapas, Guanajuato, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y la Ciudad de México-. Ah, y por supuesto, a la presidenta de México, que por primera vez en la historia será una mujer. Será la jornada electoral más grande de la historia, que puede cambiar completamente el espectro político, ofreciendo que siga el curso que ahora se lleva o bien que se dé un giro de 180 grados.
En un país con tantos problemas sociales -sobre todo de violencia- y con tanta división y rencor que se ha generado desde el oficialismo -Palacio Nacional-, se necesita de votantes conscientes y bien enterados por quien van a ofrecer su respaldo a través del sufragio. En las próximas semanas se deberá estar atento a las propuestas serias, a los planes concretos y a los ofrecimientos realistas de quienes aspiran a llenar los cargos de elección.
Desafortunadamente, con el argumento de la limitación irracional de una ley electoral -que debe ser cambiada y actualizada- que no se puede hablar con más objetividad de las propuestas, quienes coordinan las campañas se enfocan en los chismes alrededor de los candidatos, divagando con tonterías y dejando la esencia de lo que es el proyecto de nación, saber a dónde vamos y cómo lo vamos a lograr, que al final de cuentas es lo más nos debe interesar.
Ah, pero son los mismos partidos o coaliciones a través de las redes sociales -en algunas ocasiones hasta las mismas candidatas- los que se encargan de ‘divulgar’ babosadas. Esta semana, Claudia Sheinbaum, quien estuvo en Veracruz acompañada por Rocio Nahle -candidata morenista a la gubernatura de ese estado-, subió un video donde dice: “Vamos a subirnos aquí a la ‘Nahle-camioneta’ o Nahle-móvil’ -tapizada con la imagen de Nahle-. Vamos a nuestro evento en Poza Rica”. Y las críticas llovieron en las mismas redes por subirse en camionetas valuadas en dos millones de pesos y ser custodiadas con por lo menos con otras cinco “camionetotas” con elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Y el hecho de que la candidata de la oposición Xóchitl Galvez esta semana se trasladará entre Tabasco y Campeche en una avioneta privada, fue motivo para que el morenista Arturo Avila -quien fuera coordinador de campaña de Adán Augusto López cuando buscó la nominación presidencial- señaló que “la candidata del PRIAN, @XochitlGalvez, no entiende por qué el pueblo de México los mando al basurero de la historia, ahora la vemos gastando el dinero de campana en aviones privados”.
Aunque la misma ley electoral limita a los candidatos y a los partidos a detallar planteamientos sobre sus planes de gobierno, hay formas de dar “pistas” de a dónde se quiere llegar y la manera como se quieren conseguir los objetivos. Dedicarse a los chismes y no a la esencia, es hacer política barata y perder la oportunidad de orientar con veracidad -que hace mucha falta- a quienes van a decidir en las casillas, en una elección que puede cambiar completamente el rumbo de México.
¿Usted, qué opina?
Daniel Rodríguez
daniel.rodriguez@dbhub.net