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Mucha lluvia revela mucho rezago

Si bien la tormenta del lunes pasado se trató de la más intensa en los últimos 39 años en la ciudad, por su duración de más de tres horas y la cantidad récord de agua que se precipitó, los estragos que causó y sobre todo a las familias cuya vida puso en riesgo, dejó en evidencia, como cada temporal, los graves rezagos que en materia de infraestructura hidráulica tenemos en la ciudad, y cómo a los gobiernos les sigue costando mucho trabajo priorizar estas obras que por estar enterradas consideran que no les son rentables para proyectos políticos futuros.

Esa falsa idea que conserva la mayoría de la clase política y gubernamental como una de sus más profundas convicciones, sigue haciendo más graves las afectaciones que se dan en la ciudad cada temporal. Prueba de ello es que los puntos de riesgo de inundación lejos de disminuir, crecen año con año. 

Y es que si a la ausencia de planeación y de inversiones para la construcción paulatina de la infraestructura necesaria para gestionar el suministro y los desagües en la metrópoli, sumamos la falta de mantenimiento en los rebasados de drenajes y tuberías, la corrupción en materia de permisos de construcción que genera un crecimiento caótico y desordenado de la urbe, y los malos hábitos de muchos ciudadanos que tiran basura en la vía pública, las emergencias no vienen sólo en las tempestades extraordinarias y atípicas sino con cualquier lluvia de mediana intensidad.

Un ejemplo de esto fue lo sucedido en la Colonia Independencia y Villas de San Juan, donde decenas de casas se inundaron por primera vez por una barda que fue construida indebidamente en una calle que era un viejo cauce de agua.

Donde por fortuna no sobrevino nuevamente la tragedia pese a la intensa tormenta del lunes fue en las colonias que están en las inmediaciones del Bosque La Primavera, como Miramar y otra treintena de colonias que el temporal pasado vivieron un infierno al perderlo todo cuando miles de toneladas de lodo invadieron sus casas. Habrá que reconocer en este caso que las inversiones y acciones hechas por los tres niveles de gobierno, como el desazolve de los gaviones aguas arriba e incluso el derribo de algunas casas que invadían el Arroyo Seco han funcionado y evitado inundaciones en este inicio de temporal.

Sin embargo, una golondrina no hace verano, y las inundaciones en avenidas y colonias donde en muchos hogares perdieron lo poco que tenían, el arrastre de automóviles por la corriente que puso en riesgo la vida de muchas familias debe recordar a la nueva generación de políticos que hoy gobiernan la entidad y los municipios de la zona metropolitana su promesa de cumplir con un plan multianual que vaya equipando a la ciudad y no tengamos el Jesús en la boca cada que llueva. Ojalá que reaccionen. 

jbarrera4r@gmail.com

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