Morena no trae nada para la próxima legislatura
Entre Morena en el Congreso de la Unión y Morena en el Congreso de Jalisco hay la misma diferencia que entre un bulldozer y una novela turca.
El primero se conduce como grupo parlamentario implacable, el segundo se perfila como un grupo de poder con diez curules. En uno lideran obradoristas primigenios y de amplia trayectoria política, en el otro predomina la inexperiencia, la pugna interna y el oportunismo.
Hay escasos elementos para suponer que la próxima bancada de Morena en el Congreso de Jalisco será un contrapeso o represente un problema para el próximo gobernador Pablo Lemus.
Ojalá me muerda la lengua, pero hay que leer las señales.
De los diez perfiles de la bancada morenista, sólo dos tienen experiencia legislativa. Candelaria Ochoa y Cecilia Márquez, pero esta última perdió su posición ante el “fuego amigo” de una impugnación; esta semana se resuelve si queda fuera o salva su curul.
Sin embargo, Morena eligió como coordinador de la fracción a Miguel de la Rosa, un director escolar y supuesto líder sindical del magisterio (ni siquiera publicó sus generales en la plataforma del IEPC).
¿Imaginan que en vez de Adán Augusto y Ricardo Monreal estuvieran dos primerizos al frente del Senado y la Cámara? Por sentido común y supervivencia política, se coloca a los más experimentados para liderar una bancada mayoritaria.
En el parlamento, si careces de colmillo, te comen el mandado desde la elección de comisiones, secretarios técnicos, direcciones y conducción de los asuntos legislativos.
Significa que De la Rosa, al desconocer la técnica legislativa y ni siquiera ser abogado, no decidirá, sólo obedecerá a “alguien más”. Quien decidirá será otro, su jefe político (al final les digo quién).
Como ejemplo, en esta legislatura, la inexperiencia de la bancada morenista fue aprovechada por “Chema” Martínez para negociar acuerdos personales. Así de importante es la posición.
La experiencia del resto de diputados morenistas es menor, un perfil político-empresarial con escándalos por atentados con arma de fuego, balconeadas por cobrar sin trabajar, un par de ex regidores y un ex alcalde de Zapotlán.
Como se dice en el argot pambolero: “no traen nada”, sólo muchos intereses individuales y de una tribu.
Alejandro Puerto, ex regidor zapopano, abandonó el barco antes de zarpar y se declaró diputado sin bancada, pero obradorista, lo que eso signifique.
Enfrente tendrán la experiencia de MC con parlamentarios reelectos, ex altos funcionarios y unidad partidista.
Sin una fracción morenista con convicciones políticas y desconocimiento de la vida pública, se abre la vía para la negociación de intereses y ambiciones personales.
Casi todos los legisladores morenistas responden directa o indirectamente al senador Carlos Lomelí cuya capacidad política puede debatirse, pero no su capacidad económica.
Si se suman a Morena los diputados de Hagamos, Futuro, Verde y PT, el crisol de intereses de grupo hace más probable el desmoronamiento. Cada uno buscará lo mejor en la pepena según se muevan las aguas.
Y ahí tienen, pues, su “inédito” bloque morenista en Jalisco.
jonathan.lomeli@informador.com.mx