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Míster Biden, ‘si es pasión, que se le olvide’

Un día antes de la toma de posesión -19 de enero- el diario español El País titulaba un artículo relacionado con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca y destacaba que el nuevo mandatario recibia “el cargo de presidente con un país estragado por la peor pandemia en un siglo, la recesión más aguda desde la Gran Recesión y una incipiente ruptura de la convivencia”, esto último como herencia y legado al paso de Donald Trump por la oficina oval.

A diez meses de su arribo a la presidencia estadounidense, el 71 por ciento de la ciudadanía desaprueba el rumbo que lleva el país, cuando hace poco más de un año -3 de noviembre 2020- ganaba una elección donde los estadounidenses depositaban la confianza para salir de cuatro años de desconcierto e incertidumbre político y social. El reto al que se enfrentaba era mayúsculo y la oportunidad política resultaba colosal. Hoy, Joe Biden es el tercer líder más impopular en la historia moderna del país.

Una recuperación económica muy tímida, según dicen los economistas, la acelerada y atropellada salida de Afganistán, el repunte de la inmigracion regular y un partido demócrata que empieza a fraccionarse, tienen a Biden al borde del colapso político y de credibilidad entre quienes depositaron la confianza en que el país regresaría a la normalidad después del paso de la tormenta de nombre Donald y apellido Trump.

Dentro de la incertidumbre y la turbulencia en la que está envuelto, a tres años de la próxima elección presidencial, Biden a sus 79 años de edad, no piensa en el retiro de la vida política -para sorpresa de muchos-, y ha ratificado que buscará la reelección en 2024.

El mes pasado, con motivo de su cumpleanos, Biden comunico a sus mas cercanos colaboradores que tenía en sus planes buscar la continuidad en la Casa Blanca en el 2024, intención que fue confirmada el lunes pasado por Jen Psaki, vocera de la Casa Blanca, quien simplemente dijo, “Esa es su intención”.

El ‘nuevo’ proyecto de Biden es un arma de dos filos y contraproducente, ya que es muy temprano para tratar de enfocarse en una campaña política, con un país que ‘no caminó como debería’ en muchos sentidos y con sus niveles de popularidad tan bajos.

Desde el principio de la administración se pensó que la presidencia de Biden -por su edad- sería solamente de cuatro años -si los imponderables no se presentaban-, y que la vicepresidenta Kamala Harris sería por razones naturales una viable candidata demócrata para intentar sucederlo en la oficina oval en el próximo periodo presidencial. Sin embargo, ante los obstáculos que han surgido, los ‘traspiés’ cometidos y la tibieza presencial de Harris -quien aparece en las encuestas de popularidad 10 puntos por debajo de Biden (37.8% /27.8%)-, parece que está cavando su tumba política más pronto de lo pensado.

Al paso que lleva la actual administración -de no surgir un cambio radical o un milagro político- difícilmente Biden podrá prolongar el tiempo para que el que fue electo y permanecer en la Casa Blanca. Y si piensa que después del 2024 hay más vida política, ‘si es pasión, que se le olvide’. ¿Usted, qué opina?

daniel.rodriguez@dbhub.net

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