Mirada a nuestro interior
Lo que hagas, hazlo mejor. El llamado a la responsabilidad es singular, pero su proyección es ilimitada en la forma y el espacio para superar las vertientes de dificultad que todo tiempo tiene, como en el actual, con la tecnología aplicada a la actividad humana, que acerca lo lejano y aleja cercano en cuanto a la experiencia adulta y la juventud pujante; ambas con sus respectivos valores para el sustento de la buena realización contemporánea. Valores eventualmente soslayados en el enfrentamiento de ciencia, tradición y tecnología.
¿Por cuál camino Señor Presidente? Fue la expresión unificada del Sector empresarial, hace cincuenta años, con referencia a la tendencia izquierdista encabezada en América Latina por el Régimen de Fidel Castro en Cuba, durante el naciente decenio de los años sesenta. En la actualidad son otros los cuestionamientos, más concretos, para los responsables del buen gobierno, anhelado por todo ciudadano, prevalece la inseguridad con procedimientos laborales procuradores de bienestar con íntegra seguridad.
Lejanía y cercanía son abrumadora realidad con el imperativo de la honestidad en la función pública, procuradora de esfuerzo creciente de confianza en la superación de los obstáculos. El final del sexenio presente y el venidero, a partir del día uno de diciembre, deberá acudir a la fijación de objetivos precisos para el fortalecimiento de la tranquilidad, sin menoscabo de energía aplicable a los sectores dispersos donde cabe la violación de valores corruptores de la prosperidad social. Violencia o sumisión.
Reto y riesgo es compartido en un plano de igualdad, como lo indica la democracia expuesta en el voto. Donde prevalezca la unidad enmarcada por los principios constitucionales dando el respaldo a quienes ocupen los sitios de gobierno Federal, Estatales y Municipales con respectiva exigencia y sólido respaldo de cada ciudadano sin distingo de triunfadores y perdedores.
Mirar con detenimiento hacia nuestro interior formado en el pasado y su presentación presente, refleja poderosas diferencias; unas de ellas debemos atribuir a la tecnología y otras a la ciencia. De las primeras tenemos el testimonio cercano en cada paso con la vista aplicada al teléfono celular aportando mensajes de diversa índole, pero también generalmente atractivos al receptor que va formando su carácter y actitudes para él y la sociedad.
La escasez de estímulos para el desarrollo amplía el vacío a la productividad individual convirtiendo al individuo en presa fácil de funciones al margen de la ley. Es así como, entre otros factores, la violencia establece dominio en un grado de naturalidad apenas con la señalada por la publicación diaria en los medios de comunicación insuficiente para frenar el desempeño de la criminalidad expuesta en cifras acumuladas y comparadas en el contexto de la legalidad y la justicia.
Dios nos guarde de la discordia.
DR