Ideas

Minutos previos al camionazo mortal en la vía a Vallarta

El paquete para viajar por el puente vacacional al Rincón de Guayabitos, en Nayarit, costó 900 pesos por persona. Incluía pasaje y hospedaje en unos bungalows. La promotora, Amelia Hernández González, de 68 años, tenía cuatro décadas organizando estas excursiones. 

Viajaban sobre todo niños y niñas de la primaria Agustín Basave en compañía de sus padres o abuelos. Salieron el sábado a mediodía de la Colonia La Esperanza, conocida como La Federacha, en el Oriente de Guadalajara. 

El autobús de pasajeros IRIZAR, color blanco, con placas de circulación 55RA3V, todavía pasó a otras colonias y recogió a más paseantes.

Ernesto, vecino de La Federacha toda la vida, me contó que antes allí había “como corralitos, pero se fue llenando de casas”. Luego abrieron muchas curtidurías, así creció una industria, por eso abundan las fábricas de zapatos en la zona. “Son mayormente obreros de bajos recursos”. 

Ese tipo de viajes tienen un sentido comunitario. Todos los paseantes son generalmente de una misma colonia y se conocen entre sí. Hay anuncios en postes y redes sociales. Son salidas de un par de días al mar. 

La noche del sábado, el camión con los vecinos de La Federacha se accidentó en el kilómetro 59 de la carretera federal 200, a la altura del poblado de Mesillas. El autobús volcó y cayó a un barranco de 15 metros de profundidad. 

Hasta ayer el saldo era de 18 fallecidos y 37 heridos, 10 de gravedad. Con el apoyo de las autoridades, se ha trasladado a una decena de pacientes a hospitales de la metrópoli.  

Leo la relación de pacientes del Hospital Civil de Guadalajara, en donde atienden a seis lesionados, dos menores. Una pequeña de nueve años tiene fractura de pelvis, otro nene de siete años se encuentra en terapia intensiva bajo “pronóstico reservado”. En torno a ellos hay pediatras, neurólogos, intensivistas, traumatólogos…     

Pero, ¿qué sucedió? Según la versión de las autoridades y los pasajeros, el camión se quedó sin frenos. Tras conversar con tres familiares de afectados, la versión de los pasajeros coincide acerca de dos momentos. 

El autobús presentó una avería antes de volcarse y se detuvo a la orilla de la carretera. Sin embargo, el chofer al parecer reparó el desperfecto y continuó el trayecto. Durante las poco más de tres horas del recorrido, el camión se sacudía. 

Primitivo perdió a su madre en el accidente. Su hermana, su sobrina de seis años, su cuñado y su hermano están hospitalizados. Esto le narraron:  

“Comentan que el camión estuvo jaloneándose, dicen que se estaba prendiendo, que olía muy feo atrás. Se pararon mi cuñado y mi hermano para hablar con el chofer para saber qué estaba pasando. Ahí les dijo que se había quedado sin frenos. En eso mi cuñado se regresó y les dijo a mi hermana y mi sobrina que se agarraran. Creo que mi hermano estaba apoyando al lado del chofer para que no se descontrolara”. 

Al menos dos testimonios más, referidos por víctimas a sus familiares, señalan que hubo una ventana de tiempo (ignoramos cuánto) en que los pasajeros supieron que el camión en que viajaban se había quedado sin frenos. 

Hasta ayer había aún pacientes que ignoraban lo que había pasado o víctimas que desconocían si su familiar estaba vivo o en qué condiciones de salud. 

Hay mucha gente en La Federacha que se ha movilizado, con rifas o colectas, para ayudar a las víctimas. El chofer murió y la organizadora de la excursión está entre las lesionadas. 

“Este tipo de viajes es muy común”, me relató Ernesto, “normalmente son bien a toda madre las personas que organizan. Te llevan el camión a la colonia, los precios son muy accesibles; es una posibilidad de esparcimiento porque normalmente es la única manera en que muchos de los niños y adultos pueden conocer el mar”. 

Recuerdo unos versos de Pedro Salinas en donde le habla al mar, al que bautiza como El Contemplado: “Por tanta luz tú no puedes/ conducir a nada malo”, le dice.  

Esta tragedia, su injusticia, es un asunto exclusivamente de los hombres; nadie debería morir por conocer el mar. 

jonathan.lomelí@informador.com.mx

Síguenos en

Temas

Sigue navegando