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Ministra espuria y Riobóo maximizan putrefacción de la 4T

El hedor a plagio, fraude, engaño, robo, conflicto de interés, corrupción, y traición a la patria, enmarcan el caso de la ministra espuria, Yasmín Esquivel Mossa, quien según ha salido a la luz pública, plagió su tesis de licenciatura con la convalidación de una maestra que con total cinismo intenta desviar la atención para hacer creer que la acusación en contra de su pupila es un acto de misoginia. En su defensa también ha salido el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien es íntimo amigo de su esposo, el ingeniero José María Riobóo, quien fue el contratista favorito tanto en su administración como regente de la Ciudad de México, como en la de Marcelo Ebrard. Los gobiernos de “izquierda” han favorecido con muchos millones de pesos en obras a la pareja Riobóo-Esquivel, pero a cambio, la ministra, impuesta por el propio Ejecutivo de la nación, ha votado a favor todos los grandes temas que le han instruido desde Palacio Nacional. El asunto no es menor, toda vez que habiendo ya determinado la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información de la UNAM que existe alto nivel de coincidencias entre la tesis de la ministra y la que plagió, en próximos días el Comité de Integridad Académica y Científica de la FES Aragón de la máxima casa de estudios habrá de realizar la determinación en estricto apego a los procedimientos establecidos en la normatividad universitaria. Lo procedente es que se le retiren los grados académicos; deberá además dejar el cargo como ministra, e inclusive podría enfrentar procesos judiciales y hasta terminar en la cárcel. Eso sería lo conducente de seguir un proceso apegado a derecho, porque aunque AMLO la disculpe, la Constitución no.

El artículo 424 del Código Penal Federal afirma que se impondrán “de seis meses a seis años y hasta 3 mil días de multa”:

Al editor, productor o grabador que a sabiendas produzca más números de ejemplares de una obra protegida por la Ley Federal del Derecho de Autor, que los autorizados por el titular de los derechos.

A quien use de forma dolosa, con fin de lucro y sin la autorización correspondiente obras protegidas por la Ley Federal del Derecho de Autor.

Es decir, Yasmín Esquivel podría tener una pena de hasta 6 años de prisión por el plagio de la tesis. 

De igual forma podría tener otros 6 años de cárcel por no tener licenciatura y ejercer como ministra en la SCJN.

Esto porque el artículo 250 del Código Penal Federal marca que se “sancionará con prisión de uno a seis años y multa de cien a trescientos días a quien”:

Al que sin tener título profesional o autorización para ejercer alguna profesión reglamentada, expedidas por autoridades u organismos legalmente capacitados para ello, conforme a las disposiciones reglamentadas del artículo 5 constitucional.

Hasta el momento, Esquivel Mossa no ha presentado algún argumento que permita desvincularla del plagio, salvo publicaciones en redes sociales donde, con actitud envalentonada, muestra como pruebas tres cartas que respaldarían su trabajo. Una de ellas que por cierto contrario a favorecerla, ha ampliado aún más la polémica, me refiero a la de Martha Rodríguez Ortiz, su asesora de tesis, quien durante una entrevista para Grupo Fórmula comentó le parece extraño que después de 35 años de labores de la ministra Esquivel sea precisamente ahora que ha alzado la mano para ser presidenta de la Corte cuando surja el escándalo. “Yo he sufrido la misoginia; en la UNAM no se ha descartado desgraciadamente eso y yo creo que es parte de un complot en contra de nosotras (…) para mi tiene mucho de misoginia”, afirmó la maestra que tiene tan mala suerte que ya le surgieron más tesis idénticas. 

Ante las evidencias de la estafa de Esquivel, investigadores y académicos que han cotejado el plagio exigieron su renuncia. Diputados, senadores y militantes de partidos de oposición se han sumado a esta exigencia, lo mismo que integrantes de barras de abogados de todo el país, sin menoscabo de que igualmente se exigen sanciones para la asesora, Martha Rodríguez Ortiz, quien habría dirigido al menos cuatro tesis iguales. 

Sin sorpresa alguna, quien salió de inmediato en su defensa fue AMLO quien afirmó que cualquier anomalía cometida por la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es menor al daño causado a México por el historiador Enrique Krauze y el académico Guillermo Sheridan, quien reveló el presunto plagio académico de la ahora ministra.

“Considero que cualquier error, anomalía, cometida por la ministra Yasmín cuando fue estudiante, cuando presentó su tesis de licenciatura es infinitamente menor al daño que han ocasionado a México Krauze y el señor que hace la denuncia, Sheridan”, declaró el mandatario durante la conferencia de prensa matutina. 

Asimismo, sostuvo que quienes denuncian a la ministra han cometido delitos mayores y los acusó de tener una “actitud deshonesta”. Ante esto, añadió que “el que esté libre de pecado tire la primera piedra”.

La defensa de AMLO a la ministra tiene una razón de ser: es ella quien ha votado a favor todos los asuntos que han llegado a la Corte con etiqueta especial desde Palacio; ayudó a la exoneración de Pío López Obrador, votó en contra la inconstitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica de Bartlett, a favor el decreto militarista, y fue la única que avaló la Prisión Preventiva Oficiosa.  

A cambio, el esposo de la ministra, el ingeniero José María Riobóo, ha sido el contratista favorito en las administraciones de López y Ebrard. 

Para el año 2000, cuando AMLO llegó a la Jefatura de Gobierno de la capital, Riobóo realizó el proyecto de diseño del segundo piso del Periférico, una de las obras más emblemáticas en la trayectoria política del actual presidente. A Riobóo se le otorgaron contratos de al menos diez obras durante el gobierno de AMLO en la Ciudad de México. En tanto que con Ebrard Casaubón se le concedieron contratos para cinco obras más. 

Hay que decir que el plagio no es un asunto nuevo en el Gobierno de la 4T, baste recordar al polémico fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien fue señalado de haber cometido plagio en al menos dos trabajos: sus libros de Guillermo Prieto y el que habla de Ignacio Allende. Pero con él no sucedió nada.

En cambio ahora, el escándalo es mayúsculo, ya que también con apego a derecho, deberían quedar inválidas las sentencias en las que intervino la ministra Esquivel, quien ahora sabemos, ha resultado una distinguida y fiel integrante de la Cuarta Transformación, siendo que cumple a la perfección con la exigencia del Presidente de 10 por ciento capacidad y 90 por ciento lealtad. 

Ojalá esta vez sí se aplique la justicia y veamos caer a una Ministra espuria y corrupta. 

opinión.salcosga@hotmail.com

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