Minipartidos millonarios
La asignación de casi 381 millones de pesos para los nuevos partidos políticos estatales Futuro y Hagamos, que representa más del doble de lo asignado al resto de los partidos políticos que se repartirían poco más de 117 millones de pesos, según se aprobó el viernes pasado en el anteproyecto de presupuesto 2022 del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), desató nuevamente la polémica sobre el financiamiento a estos institutos políticos.
Las críticas, con razón, se han centrado en el partido Futuro, debido a que uno de sus fundadores y candidato a alcalde de Zapopan en las pasadas elecciones, Pedro Kumamoto, impulsó cuando fue diputado local la Ley “sin voto no hay dinero” que tenía como objetivo justamente reducir el financiamiento público a los partidos políticos, y que ahora provoca lo contrario con la fórmula aplicada y que da a partidos estatales que tuvieron un digito de la votación de las pasadas elecciones, más dinero, por ejemplo, que al partido Movimiento Ciudadano que obtuvo la mayor votación con aproximadamente 33 por ciento.
Es por ello que el partido estatal Futuro tendrá que hacer mucho más que prometer, como lo hizo en un comunicado el fin de semana pasado, que donará el dinero en obras comunitarias, para mantener la congruencia de lo que exigían cuando no eran partido político.
De hecho el partido Hagamos fue más allá que Futuro y sus dirigentes aseguraron que no recibirán el dinero que no corresponda a la votación obtenida por lo excesivo que consideraron la asignación presupuestal que resultó por la resolución de acciones de inconstitucionalidad en contra de la reforma de 2017, conocida también como la Ley Kumamoto, que redujo el porcentaje de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
Así, mientras a los partidos políticos nacionales en el IEPC les aplicaron las reglas contempladas en la Constitución estatal donde se multiplica el número total del padrón electoral por el 20 por ciento de UMA, a los partidos estatales se les multiplica por el 65 por ciento de la UMA.
Por eso, tanto del propio órgano electoral local como desde el gobierno estatal llamaron a las y los diputados a revisar y modificar las fórmulas establecidas y evitar y corregir estas evidentes distorsiones en el reparto del dinero a los partidos políticos. De hecho, ayer el gobernador Enrique Alfaro señaló que en el presupuesto para el próximo año que se dará a conocer en noviembre no se contemplarán los montos asignados a los partidos estatales en el anteproyecto del IEPC.
Lo mínimo que pueden hacer los minipartidos estatales es rechazar el regalo y hacer efectivas sus promesas de que como partidos políticos estatales venían a refrescar y redignificar la vida pública. Con el tema de los dineros tienen una gran oportunidad de demostrarlo. Veremos.
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