Militarizar el mar
La renuncia escrita de Javier Jiménez Espriú, ahora ex secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), dejó claro el motivo de su salida: su desacuerdo con que los militares asuman el mando de los puertos, aduanas terrestres y marítimas.
Los especialistas encendieron señales de alarma porque entregar esta tarea a militares, cuando es una labor eminentemente civil, sólo tiene precedentes en dictaduras como Corea del Norte o en el periodo de Augusto Pinochet en Chile.
Incluso se habla de que la medida es anticonstitucional y generará litigios en tribunales. Por su parte, la lógica del Presidente es la misma que ha seguido para todas sus políticas públicas de gran envergadura: que lo hagan los militares.
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Otra vez la Fiscalía del Estado guarda silencio ante la desaparición de Bryan Eduardo Medina Carrillo, de 18 años, y Daniel Rodríguez Sandoval, de 16.
Ambos salieron de Guadalajara rumbo a Teocaltiche el 18 de julio para comprar chatarra, pero nunca regresaron. Sus familiares se manifestaron este miércoles en la Fiscalía y en la Glorieta de los Niños Héroes.
¿Será que la Fiscalía esperará a que se manifiesten en Casa Jalisco o Palacio de Gobierno para reaccionar?
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El escenario para los pensionados del Ipejal no puede ser peor: en medio de la pandemia se ha acentuado el desabasto de medicamentos oncológicos, para la diabetes, hipertensión y otros.
De hecho, según Abraham Quezada Ponce, director médico del Instituto, tienen un déficit de cerca del 25% en los 632 medicamentos que entrega el organismo a pensionados.
La queja de los usuarios es que el desabasto, que el Instituto había prometido resolver en marzo pasado, se ha acentuado en los últimos meses, pero no sólo eso, se arrastra desde hace un año.
En medio de la pandemia y una crisis en el sistema de distribución de medicinas que se extiende a otros sectores, no se ve para cuándo se normalice el abasto para los pensionados del Ipejal. Ya no digamos para el resto de los usuarios de instituciones de salud.