Mezquina y perversa discriminación en la Liga del Pacífico
Sigue causando gran polémica y escozor el que pese a que la tendencia mundial dicta evitar cualquier tipo de discriminación, en la Liga Mexicana del Pacífico se preserve una absurda norma reglamentaria que reconoce solamente como mexicanos a aquellos beisbolistas nacidos en el territorio nacional, excluyendo de esta categoría y con ello proscribiéndoles su derecho constitucional a los peloteros mexicanos que lo son por haber nacido de padre, madre o ambos progenitores mexicanos, independientemente del lugar geográfico donde hayan sido paridos.
Para la LMP sólo son mexicanos los nacidos en territorio nacional y algunos cuantos que no nacieron en tierra mexicana, pero que por diversos motivos de trayectoria, aspectos sentimentales en razón de quienes son sus ancestros o quizá por el tiempo que ya tienen participando en algunos equipos se les otorga ese privilegio en forma discrecional.
El tema ha sido discutido por muchos años, y hemos señalado ejemplos de esa injusticia, como en el caso de Sergio Romo, quien siendo un icónico pelotero reconocido como mexicano internacionalmente; especialmente en las Grandes Ligas donde ha puesto en alto el nombre de nuestro país, ha jugado portando orgullosamente la franela con la Selección mexicana en Clásicos Mundiales, Series del Caribe y certámenes preolímpicos y a pesar de ello en forma lamentable se le sigue etiquetando como extranjero para efectos de poder jugar en la LMP.
Es el caso también de Adrian “El Titán” González Sabin, y pudiera ser el de otros estelares ligamayoristas que de querer jugar en equipos del beisbol invernal mexicano profesional tendrían que hacerlo con plaza de foráneos; por ejemplo Alexander Brady Verdugo, Anthony Michael Rendon, Khris Davis Alarcón, Luis Javier Guerra Díaz, Aaron Jacob Sánchez, Jason Vargas, Vidal Vicente Nuño, Adam Marcos Rosales, Daniel Richard Espinoza, Vidal Vicente Nuño, Jesse David Chávez, entre otros muchos peloteros más que han descollado como mexicanos en la Gran Carpa sin ser reconocidos como tales en nuestro país.
En el circuito beisbolero que se juega en primavera-verano, la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), es un tema ya superado que enfrentó durante años a grupos de equipos entre sí; los que buscaban se quitara este obstáculo y los que querían mantenerlo. Al final el conflicto fue resuelto con intervención de la Organización Mundial de Ligas Menores, (la Minor League Baseball) organizacion afiliada a la Major League Baseball, que realizó a labor de mediador y otorgó la razón a quienes pugnaron porque no existiese más esta discriminación, de ahí que por resultado de ese arbitraje ya se considera mexicanos en el beisbol estival mexicano profesional a todos los que tienen ese derecho conforme a la Constitución mexicana.
Pero en razón de intereses mezquinos en la LMP siguen imperando normas arcaicas, aberrantes y absurdas, existiendo dos tipos de peloteros mexicanos: los nacidos en México y los que no y por ello tienen que jugar etiquetados como extranjeros.
Tras el éxito que tuvo el seleccionado mexicano que compitió en el certamen preolímpico Premier12 obteniendo su calificación a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020, el tema ha salido de nuevo a la palestra, dado que la integración de ese equipo fue con bastantes jugadores mexicanos nacidos fuera de territorio nacional y a las críticas que por algún segmento de analistas, editorialistas, periodistas deportivos y uno que otro pelotero y directivo le enderezaron al mánager Juan Gabriel Castro por haber incluido a beisbolistas aztecas no nacidos en suelo patrio, respondió rechazando tales reclamos dejando claro la exigencia de eliminar este tipo de actos discriminatorios.
Es pues ya tiempo de que esto termine y si no hay algún acuerdo por parte de los equipos que conforman la LMP debe intervenir incluso el Gobierno Federal, encabezado por un Presidente que ha mostrado ser un apasionado del beisbol preocupado por el mejor desarrollo del rey de los deportes.
Debe existir una gestión de alto impacto para que este asunto termine de una vez por todas y ojalá sea este mismo año cuando al menos se permita a aquellos peloteros que estuvieron en la Selección, como es el caso de Brennan Bernardino en Charros, o Jonathan Jones en Los Mochis, entre otros, jugar etiquetados como mexicanos y que ya a partir del próximo año se evite de tajo esta práctica vergonzante.
Ya basta de este tipo de situaciones que son producto de decisiones que rayan en el egoísmo y la mezquindad tutelados por intereses comerciales más allá de la legalidad y la justicia.
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