México: ¿podrá haber recuperación sin confianza de la IP?
El PIB creció 12% en el tercer trimestre. Esto significa que la economía recuperó dos tercios de lo que cayó entre abril y junio, pero sigue muy debajo respecto al año pasado: es 8.6% más chica. No será fácil recuperar el tercio del PIB que nos falta. Tardaremos de tres a cuatro años, dicen los expertos... suponiendo que no haya recaídas y que se resuelvan los temas de fondo. Crecer 12% parece mucho porque no lo habíamos hecho en todo este siglo, pero se explica por la brutal caída del segundo trimestre. Fue la mayor en 90 años. Por si alguien tiene dudas: crecer 12% no es prueba irrefutable de que estamos viviendo una recuperación en forma de “V”. Salimos del fondo, pero nos falta el tramo más complicado.
El mercado laboral nos ayuda a entenderlo. Entre marzo y julio se perdieron un millón 117 mil 584 empleos. Entre agosto y octubre se han recuperado 406 mil 881. Faltan 710 mil 703 y algo más: los ingresos promedio de cada empleo son alrededor de 6% menores que hace un año. No sabemos qué pasará en los próximos meses. Dos grandes incógnitas aparecen en primer plano: ¿qué pasará con la pandemia en el frente sanitario y social? y ¿cómo se comportará la economía de Estados Unidos? La pandemia sigue fuera de control, en México. Mientras siga así, no habrá recuperación plena.
La narrativa de la 4T se concentra en la vacuna y minimiza la importancia de las medidas de distanciamiento social y uso del cubrebocas (por favor vean lo del diputado Fernández Noroña en el INE). La vacuna es imprescindible para la recuperación de actividades como el Turismo, que ha caído 53% y la industria de los espectáculos, que se ha desplomado 65 por ciento.
Las medidas de distanciamiento social son cruciales para reducir los contagios y mitigar el impacto de la pandemia. Estados Unidos nos importa porque su salud económica determina muchas cosas, entre ellas lo que pasa con nuestras exportaciones y con las remesas. Tuvo una enorme caída en el segundo trimestre y una rápida recuperación en el tercer trimestre, pero todavía no vuelve a los niveles previos a la crisis.
Hay dudas sobre la sostenibilidad de su recuperación. No hay un segundo paquete económico de estímulos y los sabotajes de Trump a Biden no ayudarán a la toma de decisiones en los próximos dos meses. He mencionado el frente sanitario y Estados Unidos. No menos relevante para nuestro país es la resolución de las incógnitas en torno a la relación Gobierno y la IP.
El puente está lleno de grietas y predomina la desconfianza, de ambos lados. La recuperación será mucho más complicada si se mantiene la tensión y siguen los encontronazos. Del sector privado dependen 85% de las inversiones totales. Esta falta de confianza se expresa en la dificultad para pactar los anuncios de los planes de inversión y, sobre todo, para concretar las inversiones anunciadas.
La inversión lleva 19 meses de crecimiento negativo. Estamos hablando de una ausencia de inversión pública y privada que paraliza industrias clave como la construcción. En cifras año contra año, la construcción es 17% más chica ahora que en el 2019. ¿Cómo será el cuatro trimestre?
Las buenas noticias en México tienen que ver con la estabilidad. El tipo de cambio ha recuperado terreno frente al dólar y la inflación se mantiene bajo control. Las grandes dudas tienen que ver con el crecimiento.
Hay cuatro motores que lo pueden mover: inversión privada, gasto público, consumo y exportaciones. Tres de ellos están cascabeleando. Dependemos, más que nunca, de lo que pase en Estados Unidos. ¿Quién dijo soberanía económica?
lmgonzalez@eleconomista.com.mx