México nunca estuvo peor que ahora en materia de salud
“La administración en el tema de la salud en este sexenio es la peor en la historia del país”. Y aunque comparto la opinión, la declaración no es de mi autoría, sino un juicio en el que coinciden un amplio sector de expertos en la materia en nuestro país, quienes afirman que las malas decisiones de este sexenio no sólo impidieron que se alcanzase un nivel como el de Dinamarca, como debió ser desde ayer si el Presidente Andrés Manuel López Obrador hubiese cumplido su promesa de que a partir del 1 de marzo de 2024 los mexicanos gozaríamos de un servicio de primer mundo, lo que es peor, lo llevó al más paupérrimo momento en la historia de México. Un ejemplo más de la incapacidad en el actual régimen.
Fue durante la conferencia de prensa matutina del 21 de noviembre de 2023, cuando AMLO habló respecto a dos temas de importancia para el sector salud de México.
El primero de ellos fue para informar sobre la llamada Megafarmacia del bienestar, la cual sí concretó al ponerla en marcha el 29 de diciembre de 2023, aunque ya todos conocemos la historia. Está convertida en un elefante blanco que se devoró dos mil 700 millones de pesos y que ha resultado totalmente inoperante. La prueba de su rotundo fracaso es que en su primer reporte dio a conocer que solo pudo surtir 67 recetas en alrededor de dos semanas de la entrada en vigor. Lo peor es que se acaba de anunciar que le inyectarán cerca de dos mil millones de pesos más en equipamiento.
El segundo tema fue para referirse al sistema de salud en México, pues aseguró que se convertiría en el mejor del mundo.
De acuerdo con López, esto ocurriría el 1 de marzo de 2024, es decir, a partir de ayer, México debería contar ya con el mejor sistema de salud de todo el mundo. “Será mejor que el de Dinamarca”, advirtió el Presidente en aquel momento.
Y eligió Dinamarca porque de acuerdo con la revista CEOWorld, este país de Europa contó con una de las tres mejores estructuras de salud a nivel mundial durante 2022.
“Yo espero que para marzo se tenga un Sistema Público de Salud de primera, con médicos, especialistas, todos los medicamentos, estudios, intervenciones quirúrgicas, todo de manera gratuita, ese es el propósito que tenemos”.
Pero ya no sorprende que AMLO incumpla una promesa, de hecho, me atrevería a decir que son más las promesas incumplidas en su sexenio que las que ha podido concretar. Y aunque suene reiterativo, es imposible dejar de mencionar que algunas de sus promesas las ha cumplido a medias, pues se tiene un Tren Maya que no termina de caminar; una Refinería que no refina; un aeropuerto en el que son escasos los vuelos y los pasajeros y que ha terminado por caerse, literalmente a pedazos; bancos del bienestar sin dinero; universidades del bienestar sin alumnos; carreteras que colapsan; y así una inmensa lista de promesas incumplidas, entre las cuales, quizá la más descarada es aquella en la que en entrevista con reconocido periodista le dio su palabra de que en la edificación del Tren Maya no se derribaría “un solo árbol” y poco le falta para terminar de destruir la selva. La obra ha requerido la tala de más de 10 millones de árboles. Simplemente criminal.
Y a propósito de criminalidad, no encuentro otra palabra para describir lo que en días pasados le hizo la Federación a Jalisco, pero principalmente a los niños, mujeres y en general a los pacientes oncológicos de los servicios de salud públicos. Me refiero al hecho de que se enviaran a nuestro estado 180 mil cajas de medicamentos caducados o por caducar para pacientes con cáncer.
La afrenta es descomunal, siendo que el desabasto se ha prolongado por años y lo que se advierte es una deficiente administración y distribución de medicamentos, porque ahora nos damos cuenta que sí se tienen las medicinas, quizá en bodegas, oficinas o incluso en la consabida inoperante “MegaFarmacia”, pero no llegan a los enfermos y cuando llegan finalmente, como ahora a Jalisco, resulta que no tienen ya vigencia o ésta está por vencer.
Y en este sentido es completamente justificable el enojo del gobernador Alfaro Ramírez, quien recriminó la acción del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Es una vergüenza. Eso habla de un modelo totalmente fallido en materia de salud del Gobierno federal. Afortunadamente se detectó el problema y se evitó que pudieran generar un tipo de afectación a los pacientes, pero es inadmisible que la federación cometa esos errores y que ahora sigamos con una nueva historia que no tiene ni pies ni cabeza que es lo de la megafarmacia”.
Quien también habló con tono enérgico fue el presidente de la Asociación Civil Nariz Roja y miembro del Colectivo Cero Desabasto, Alejandro Barbosa, al considerar es un crimen que casi 180 mil medicamentos se caduquen en las bodegas y no lleguen a los pacientes con cáncer.
“… hablando en particular del instituto Jalisciense de Cancerología tuvimos un desabasto promedio diario de 8 a 10 claves que faltaron, que desafortunadamente las tuvieron que pagar los pacientes, las organizaciones civiles, o el mismo hospital.
Y en muchos casos cuando el medicamento es caro, pues nadie lo pagó porque el paciente ya no, y algunos hasta murieron, me parece un delito un delito aquí debe haber consecuencias no es “no te mandé la leche”, no es leche, no es algo del día a día, era medicamento que desafortunadamente afecta muchas vidas”, dijo Barbosa a Canal 44.
“Criminal”, pues, por donde quiera que se le vea a esta negligencia del gobierno federal, que aún cuando no se sabe a ciencia cierta los daños provocados a pacientes que quizá debieron interrumpir sus tratamientos, o incluso las muertes que se habrían ocasionado, exhibe una vez más a un gobierno fallido también en materia de salud. Ojalá se pudiesen deslindar responsabilidades para que paguen con cárcel como debiera ser lo conducente quienes incurrieron en esta grave negligencia de consecuencias funestas.
opinión.salcosga@hotmail.com