México en manos de Ebrard, ante dislates de AMLO
En el marco de un conflicto armado en el Noreste de Europa entre Rusia y Ucrania, y a reserva de que puedan involucrarse otras naciones, podemos hablar sin duda de un momento crucial y de definiciones para México tanto política como económicamente. Y en ello, el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, está llamado a jugar un papel preponderante que guiará el rumbo de nuestra nación y trascenderá directamente a las páginas de la historia. Su destreza, su inteligencia, su capacidad de maniobra, su estrategia y su habilidad de persuasión ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, marcarán el destino de México.
No es difícil adivinar lo que estuvo ocurriendo durante todo el jueves en Palacio Nacional, donde seguramente privó un ambiente de caos y desconcierto antes de fijar la postura que se daría al mundo mientras los teléfonos no dejaban de sonar recibiendo presiones de todo tipo.
La embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretsha, fue la primera en colocar en serios aprietos al canciller mexicano, al pedir a nuestro país una expresión de condena a la ofensiva militar rusa.
“Necesitamos una declaración en la que condene la agresión rusa. De México esperamos una posición clara”, dijo la diplomática frente a medios de comunicación.
Vía Twitter, la presión también se hizo presente por parte de la embajadora eminente, Martha Bárcena, quien un tanto molesta expresó:
“Hay quienes confunden cobardía con diplomacia. Una diplomacia efectiva es valiente y arriesgada. Apegada al derecho internacional”.
Lo anterior debido a la parsimonia con que se condujo nuestro gobierno, siendo que el propio presidente no se atrevió a fijar postura durante su conferencia Mañanera.
Hubo de transcurrir casi 24 horas a partir de la primera incursión armada de Rusia en Ucrania, para que finalmente México condenara el ataque. A las seis de la tarde con cinco minutos del jueves, el canciller Marcelo Ebrard, colocó en sus redes sociales un video mediante el cual expresó una “enérgica condena” y fijó la posición de nuestro país que dijo, será la misma en todos los foros donde participe incluido el Consejo de las Naciones Unidas.
“Nuestra orientación principal es rechazar el uso de la fuerza y condenar enérgicamente la presencia de fuerzas de la Federación Rusa en territorio de Ucrania”.
“México condena enérgicamente esta invasión y llama a un cese al fuego inmediato que permita una salida diplomática”, añadió el mexicano.
El conflicto bélico en curso no se debe ver como algo ajeno aún cuando esté ocurriendo al otro lado del mundo; las repercusiones se comenzarán a observar en breve en nuestro acontecer siendo que en lo económico se esperan afectaciones por los incrementos que ya se registran en combustibles y posiblemente en las tasas de interés de los bancos.
Si bien el aumento a 100 dólares por barril beneficia a Petróleos Mexicanos (Pemex), hay que recordar que nuestro país importa más crudo del que exporta, por lo que el daño se resentirá en las arcas públicas al tener que mantener el subsidio a la gasolina.
Ahora bien, cuando hablo de definiciones me refiero concretamente al partido que tomará nuestro gobierno en el conflicto internacional, y justo ahí es donde Ebrard deberá mostrar todos sus talentos y capacidades.
Es claro que en este mapa no se puede ser neutral y más temprano que tarde, México, bajo la égida de López Obrador, se habrá de alinear a un bando o al otro. Deberá decidir entre estar con los rudos, como lo hicieron sus amigos Nicolás Maduro (Venezuela), Daniel Ortega (Nicaragua) y Miguel Díaz-Canet (Cuba), que fijaron su posición en favor de Rusia, China, e incluso Corea del Norte; o al lado de Ucrania que tiene el respaldo de los Estados Unidos de América del Norte, junto con los países miembros de la OTAN.
México no puede vacilar ni tomar decisiones a la ligera basado en temas como sus recientes diferencias con el secretario de Estado de la Unión Americana, Antony Blinken, quien en días pasados externó preocupación por los asesinatos de periodistas en nuestro país derivando en una respuesta de AMLO y una misiva con frases duras por parte de Ebrard.
Se debe revisar y ponderar lo que conviene a nuestra nación dada su ubicación geográfica, sus intereses económicos, de relaciones humanas, de temas políticos, y con inteligencia optar por lo que sea mejor para los mexicanos.
Evidentemente Rusia estará estratégicamente interesado en que el vecino de su mayor enemigo esté de su lado por la ventaja que le representa; y seguramente enseñará “sus dulces” para tratar de convencer a nuestro gobierno de aliarse a su pelotón.
Pero aceptar cualquier oferta rusa de un presidente como Putin, -con todo lo que ello representa-, o simplemente ir en contra de Estados Unidos, debe ser un asunto que ni siquiera debe pasar por la mente de quienes nos gobiernan.
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