Mentir con la verdad
¿Alfaro le recortó dinero a la UdeG o le dio el presupuesto más elevado de su historia? Qué pensarían si les digo que ambas afirmaciones son verdaderas, pero relativamente. Creo que el rector Ricardo Villanueva formuló este dilema cuando acusó que “el gobernador engaña con la verdad”. ¿Se puede mentir con la verdad? Suena a una aberración lógica, ¿cierto? Veamos.
Hace tiempo sabemos que toda verdad es relativa, término que deriva del latín “relativus”, es decir, que “tiene una relación o está relacionado con”. Significa que cualquier verdad siempre está relacionada con algo más: una interpretación, un contexto, una época, una convicción e incluso un prejuicio, lo que quieran.
Analicemos de nuevo la pregunta: ¿Alfaro le recortó dinero a la UdeG o le dio el presupuesto más elevado de su historia? Pues depende de qué historia hablamos. En la historia de Alfaro, es decir, en este sexenio, claramente el presupuesto es mayor si lo comparamos con el del año pasado.
Villanueva, en cambio, amplía ese contexto histórico más allá de este sexenio y demuestra que, en relación con el aumento presupuestal en las gestiones de Ramírez Acuña, Aristóteles Sandoval y Emilio González, la UdeG tiene el menor presupuesto de los últimos cuatro sexenios.
Otro ejemplo. Algo muy similar ocurre cuando Alfaro dice que se redujeron los homicidios. Tiene razón, pero sólo si descontamos los muertos en fosas y sólo si comparamos las cifras de esta administración con los últimos tres años del sexenio pasado que cerró con una tasa de asesinatos por las nubes. Porque en el acumulado, en cuatro años de Alfaro ha habido más asesinatos que en toda la gestión de Aristóteles. Entonces, ¿bajaron los homicidios?
Aquí viene la lección. En política, el poder lucha por imponer su relación con la verdad, es decir, su relatividad a partir de un contexto elegido por el poderoso. Un contexto que suele ser pobre y conveniente, y que restringe y descalifica la diversidad de puntos de vista.
Villanueva, al fin y al cabo rector y académico de la Máxima Casa de Estudios, confronta esa visión unívoca de Alfaro para determinar la realidad de un Jalisco sin contrapuntos. Eso mismo hacen los colectivos de desaparecidos, los grupos de ambientalistas o los análisis sobre incidencia delictiva de organismos ciudadanos, lo que irrita enormemente al gobernador.
En resumen, el rector quiere ganar con ideas un debate que el mandatario ha reducido a la fuerza bruta del poder que ostenta para determinar una sola verdad.
Entonces, ¿se puede mentir con la verdad? Respondo con un verso de Shakespeare en Macbeth: “Mira que a veces el demonio nos engaña con la verdad, y nos trae la perdición envuelta en dones que parecen inocentes”.
jonathan.lomelí@informador.com.mx
Jonathan Lomelí