Más exhibiciones, existe un vacío
En muy interesante oferta se convierte el mercado de las peleas de exhibición, en las que no existen golpes fuertes. Leyendas vivientes con alto rating, sus nombres son taquilleros, presencial o virtual, y son oportunidad para que recientes aficionados los conozcan en vivo.
Julio César Chávez, Mike Tyson, Roy Jones Jr., ya han tenido actividad, y en fila anuncian a Juan Manuel Márquez y Miguel Ángel Cotto, mientras Óscar de La Hoya asegura que le entrará al proyecto. Floyd Mayweather Jr., “Money”, ya debió haber hecho sus números, el negocio es jugoso, no se duda que en breve anuncie su primera pelea de exhibición. Evander Holyfield también está puesto para desempolvar los guantes.
Este cotarro lo alborotó los 80 millones de dólares que arrojó la recaudación de pago por ver de la exhibición de Mike Tyson y Roy Jones Jr., el 28 de noviembre en el Staples Center de Los Ángeles. Del total de esa venta, Tyson recibió 10 millones de dólares y Roy Jones Jr., un millón de dólares, informaron agencias. En México, Julio César Chávez es ejemplo de taquilla de estas marcas globales, con las peleas de exhibición ante Jorge “Travieso” Arce.
Entre la pandemia COVID-19, que suspendió por meses las funciones de box, y la ausencia, ya desde 2019, de un grupo de astros que cimbren al público de todo el mundo, provocó un vacío, el que empiezan a llenar estos gigantes.
Un fenómeno que se vivió con el peso Completo, el otrora mandón del boxeo. Tras el retiro de Tyson, se devaluó la máxima categoría, la que hasta hoy no cuenta con un exponente que la reivindique. Debió aparecer Andy Ruiz Jr. para que el mundo conociera a los campeones mundiales de la división reina. Ese vacío lo llenó el producto de Bob Arum, el filipino Manny Pacquiao, hasta su desmoronamiento con el nocaut que le propinó Juan Manuel Márquez.
Hoy alegan que el público quiere guerras, peleas encarnizadas, para reconocer a tal boxeador. Salvador Sánchez es monstruo sagrado y no necesitó de cortes en su rostro, se enfrentó a los mejores de su tiempo. Ricardo “Finito” López, Miguel Canto, son también ejemplos.
No se necesita de una guerra, adjetivo que se puso de moda por las peleas entre boxeadores rupestres estadounidenses, sobre todo de ascendencia mexicana, para ser reconocido. El intelectual Julio Cortázar inmortalizó a “Kid Azteca” Luis Villanueva por su boxeo completo… Y por ahí estaré atisbando.