Más errores en la Línea 3 del Tren Ligero
Hace unos días circuló una noticia que apenas tuvo vigencia de unas pocas horas, porque la desmintieron. La noticia que no fue, aseguraba que el secretario de Comunicaciones y Transportes de la 4T, Javier Jiménez Espriú, se encontraba en una crisis de salud que lo obligaría a ir al quirófano y después, dejar definitivamente la cartera que le encargó el presidente Andrés Manuel López Obrador. Mediante un comunicado, la propia dependencia aseguró que el secretario goza de cabal salud.
Al margen de que se le desee lo mejor al señor Jiménez Espriú, y que aún goce de muchos años por delante para poder platicarle a sus bisnietos sobre la aventura de integrase al gobierno federal, para los jaliscienses es una desventaja que él siga al frente de Comunicaciones y Transportes, porque la Línea 3 del Tren Ligero parece condenada a seguir siendo un elefante blanco que atraviesa toda la mancha urbana.
El tema reflota periódicamente. De pronto se ocupan del asunto las cúpulas empresariales, alguna asociación civil o autoridades locales, ya sean alcaldes o el mismo gobernador… pero no se ven avances reales.
Lo más indignante de todo es que pareciera una burla.
Lo más nuevo ha sido que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) está trabajando en el cambio de los neoprenos, esos hules que se colocan en los viaductos del tren justo para soportar las vibraciones de las vías que impactan en los pilares.
En enero de este año, el Colegio de Ingenieros Civiles del Estado aseguró que trabajando con regularidad, no se necesitaban más de tres meses para cambiar todos los neoprenos, que ya estaban en su sitio, pero que se desgastaron prematuramente. Pasaron los tres meses, y se aseguró que el cambio de los hules concluiría en septiembre.
¿Qué le cuento si ya estamos a punto de iniciar noviembre? Asunto aparte es que también al comenzar este año que ya huele a fiestas navideñas, se estimó que el costo de cambiar los neoprenos alcanzaba 65 millones de pesos. ¿Habrá aumentado la cifra? ¿La pagará la SCT o cargarán el costo a la empresa que vendió los aditamentos con caducidad adelantada? No tenemos ninguna certeza.
A estas alturas, lo único que se aseguró —aunque afirmar es algo muy distinto a demostrar— es que la Línea 3 estará concluida en diciembre. ¿Quién puede creerlo? Ni el mismo Arturo Herrera, secretario de Hacienda, que vino a decir eso en una visita que no ha dejado ningún resultado, porque como titular de la dependencia ni siquiera ha recibido a los alcaldes jaliscienses que solicitan mayor presupuesto para el año 2020, especialmente para salud y seguridad.
Los neoprenos recién colocados, volviendo al tema, tienen un grosor menor: de 3 milímetros que debieran medir, los están colocando de 2 milímetros. ¿Alguna diferencia? Sencillamente, provocarán que el viaducto se mueva más de lo debido al paso del Tren Ligero (cuando pase), y eso, con el uso cotidiano, generará una deformación de las vías que obligará, antes de que ocurra un accidente, a nuevas reparaciones y costos adicionales.
¿Nadie se da cuenta de eso?
Evidentemente, el delegado del gobierno federal no, ni el encargado de la oficina de la SCT en Jalisco, y mucho menos, Javier Jiménez Espriú.
Seguimos en las mismas.