Más dinero bueno al malo
El costo de partidos barco o satelitales en este Estado es muy alto. En total seis partidos políticos perdieron el registro por no alcanzar el nivel suficiente de votación: Encuentro Solidario, Redes Sociales Progresistas, Fuerza Por México, Somos, PRD y PT.
No se vaya a desmayar, pero estos beneficiados del erario costarán 31 millones de pesos sólo por haber competido en la pasada contienda aunque a nadie le importaban.
Lo más grave es que parte de ese dinero saldrá del presupuesto estatal destinado a subsidiar el desarrollo de municipios. Esto tras una modificación presupuestal que avaló ayer el Congreso de Jalisco.
Urge una reforma electoral que de una vez recorte dinero a los partidos, eleve la calidad de las campañas y ponga muy alta la vara para obtener un registro como instituto político. De otra manera seguiremos con vividores ocasionales que hacen negocio en una elección y luego desaparecen. O peor: logran el registro y se quedan a vivir a costa de los bolsillos de los ciudadanos para cuidar cotos de poder o intereses corporativos, a veces muy melenudos, y a veces no tanto.
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Por todos lados se encienden los focos amarillos. También las llamadas a la Línea COVID-19 que habilitó la Secretaría de Salud. El promedio de llamadas al día en mayo era de 57 y ahora esa cifra en la primera semana de julio alcanzó las 535.
En el momento más complicado de la pandemia llegamos a tener 981 llamadas diarias de ciudadanos que solicitaban información o una cita para vacunarse contra el virus.
¿Será eso suficiente para que entendamos y redoblemos los cuidados sanitarios de una vez por todas? Es evidente en la calle, el camión, los distintos espacios de convivencia, que el cubrebocas ha dejado de ser una prioridad.
La gran prueba de fuego viene este fin de semana en donde, en teoría, los bares, antros y restaurantes deberán respetar el aforo máximo de 60 por ciento. Es una responsabilidad de empresarios, gobierno y ciudadanos.
El sector restaurantero y bares no aguantaría otro cierre pues recordemos que fueron de los más castigados durante el confinamiento.