Maromas contra el dengue
En la última semana epidemiológica se registraron 744 nuevos casos de dengue en Jalisco. Esto es, una cifra arriba del promedio en las semanas anteriores.
Sin embargo, la Secretaría de Salud Jalisco “fumigó” a tiempo este discurso. Argumentó que los casos reportados esta semana corresponden a enfermos de semanas anteriores, así que no son nuevos.
Como los enfermos anteriores a esta semana no son nuevos y corresponden al pasado, la autoridad concluyó que el dengue quedó en el pasado y no hay un repunte.
Bajo ese supuesto, dicen en esta H. Cantina, lo que se sostiene es que el dengue rebasó a los capturistas de la secretaría de Salud Jalisco, pero la enfermedad siempre estuvo bajo control.
Si el empeño que ponen en justificar la epidemia lo hubieron puesto en prevenir y combatir al mosco…
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Parece que la diputada local de MC, Priscila Franco Barba, quiere refundir -que no refundar- al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Su propuesta de eliminar el requisito de la Carta de No Antecedentes Penales para conseguir un empleo pondría contra las cuerdas al Instituto.
¿Sabrá la diputada lo que representa ese documento en ingresos para Ciencias Forenses? Seguro no. Se lo decimos: 45 millones de pesos al año. Algo así como la cuarta parte de su presupuesto total.
En medio de la crisis forense en el Estado, con fosas clandestinas cada quince días, peritajes rezagados y personal rebasado, ¿de dónde saldrá ese dinero que ya no recibirá el Instituto?
Suponemos que eso ya lo analizó en su iniciativa. ¿O no? Como dicen al fondo de esta H. Cantina: no es lo mismo legislar en bruto -sin datos ni análisis- que legislar a lo bruto -con datos y análisis incompletos-.
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Que nadie diga que esta administración no incentiva la actividad económica y el comercio en el Estado.
La prueba es el “corredor comercial” que se instauró de manera paralela a las obras por el Peribús -nada de Mi Macro Periférico-.
Resulta que el tránsito es tan lento, que sobre Periférico, entre Prolongación Avenida Tepeyac y Volcán Quinceo, unas 15 personas aprovechan para vender dulces tradicionales, accesorios de celular y hasta juegos de azar.