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¿Marcará la 4T 2.0 diferencia en San Juan de Dios?

El Mercado Libertad, mejor conocido como San Juan de Dios por enclavarse en el populoso barrio del mismo nombre, es además de un emblemático edificio y atractivo turístico de Guadalajara, uno de los tantos polígonos de impunidad que funcionan ilegalmente y en donde todos los días se violenta la Ley sin que exista autoridad alguna que la haga respetar.

Así como en la zona de 5 de Febrero nadie ha podido erradicar la venta de autopartes robadas, o en el barrio de El Santuario reina la venta de medicina robada, apócrifa o caduca que no cura los males de los enfermos que la consumen, dentro y en las inmediaciones de San Juan de Dios se encuentra el paraíso de los productos pirata.

En todos estos puntos la cultura de la ilegalidad y de la complicidad Gobierno-delincuencial está arraigada. Se han realizado infinidad de operativos policiales que son sólo llamarada de petate. Se han repetido por años y de nada han servido para acabar con la impunidad que reina en esas zonas.

Sea o no por las presiones del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, al gobierno mexicano por su presunta complicidad con el gobierno chino para dar paso libre a sus productos, pero el operativo que orquestó la semana pasada la Secretaría de Economía contra el contrabando y la piratería en la Plaza Izazaga en la Ciudad de México y que forma parte de un plan nacional, puso también en la mira al mercado de San Juan de Dios y todas las mafias que controlan el tráfico de mercancías pirata que ahí se comercia, y que empieza en las aduanas que hoy están en manos de la Secretaría de Marina.

Una de las acciones antipiratería más sonadas en San Juan de Dios ocurrió en el 2008 cuando gobiernos panistas realizaron una movilización policial federal, estatal y local que desató un enfrentamiento con locatarios que dejó como saldo 20 detenidos. En el 2017, con el PRI en el gobierno federal y estatal y MC en Guadalajara, se armó otra en la que decomisaron 20 toneladas de mercancía pirata. Luego de esos, como de otros operativos antes y después, al día siguiente la venta ilegal continuaba.

Por eso la pregunta es si el gobierno de la 4T 2.0 que encabeza Claudia Sheinbaum marcará alguna diferencia con los operativos fugaces e inútiles hechos en gobiernos federales panistas y priistas, así como en los gobiernos locales emecistas de los últimos años en San Juan de Dios.

Porque lo cierto es que no se recuerda operativo importante alguno que dependencias y corporaciones policiales federales hayan desplegado con autoridades locales en contra del contrabando y la piratería en este mercado durante el pasado sexenio de Andrés Manuel López Obrador, cuando no hubo incentivo o provocación implícita de Washington.

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