Mano maestra
Ya se ha abordado anteriormente en este espacio el fenómeno, relativamente novedoso -signo de los tiempos-, acaso impensable, punto menos que un sacrilegio hasta hace relativamente poco años, de que la batuta, en conciertos a cargo de orquestas prestigiosas, esté en manos de mujeres.
Se ha subrayado que Alondra de la Parra fue, así fuera fugazmente, directora titular de la Orquesta Filarmónica de Jalisco; que en algún reciente Festival Internacional de Mayo estuvo Agnieszka Duczmal como estupenda directora huésped, y que hay registros a cargo de Oksana Lyniv, Nathalie Stutzman, Ruth Reinhardt, Han-Na Chang y Susanna Malkki, entre otros, que no desmerecen ante ninguna de las versiones “de referencia” con la firma de -dicho sea con todo respeto- las vacas sagradas de los podiums.
Va una más... La semana pasada, en la versión digital del concierto de la Orquesta Sinfónica del Estado de Sao Paulo (OSESP) -que de ordinario se difunden por YouTube los viernes-, hubo dos joyas: la Cuarta Sinfonía de Schumann y la Tercera de Brahms... El nivel musical de la OSESP es, en general, aceptable. En esta ocasión alcanzó el grado de notable. Es probable que la diferencia haya estado en la dirección, a cargo de Xian Zhang.
Primera directora titular de la Sinfónica de la BBC de Gales, directora emérita de la Sinfónica de Milán y actual directora musical de la New Jersey Symphony Orchestra, Xian, chino-estadounidense de 48 años, mereció este comentario -firmado por Hakuma Matata- (por una Novena Sinfonía de Beethoven, con la citada Sinfónica de la BBC, del 30 de julio de 2017 en el Albert Hall, que con mejores solistas habría estado muy cerca de la perfección): “Probablemente Xian Zheng sea la primera directora china que realmente podrá ser aclamada mundialmente y considerada maestra, en el mejor sentido artístico, del arte de dirigir”.
A diferencia de las versiones artesanales, técnicamente correctas, irreprochables pero descafeinadas, desprovistas de pasión, en las referidas Cuarta de Schumann y Tercera de Brahms con Xian Zheng al frente de la OSESP, no solo no hubo notas perdidas: hubo el acento en los pequeños detalles -la letra menuda de los contratos, se diría- que permiten al escucha percibir la diferencia entre una orquesta buena a secas y una muy buena... O, como dijo alguna vez Pablo Casals, entre simplemente tocar las notas y tocar la música.
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