Madres buscadoras
Lorenza Cano ha buscado a su hermano desde hace cinco años, cuando “desapareció” (la gente no desaparece: la secuestran, la torturan, la matan, la entierran). El lunes 15 de enero la desaparecieron a ella; entraron a su casa en Salamanca, Guanajuato, y la sacaron a la fuerza; estaba con su esposo y su hijo, a ellos los asesinaron, se dice que por tratar de defenderla y evitar que se la llevaran. Hoy la fotografía de Lorenza está en una ficha de búsqueda, junto a la de su hermano... entre las más de 100 mil personas que han desaparecido en el país.
“Este video es para pedir e implorar por la vida de Lorenza Cano. Les pedimos que sean piadosos, que no le quiten la vida, que ella lo único que hacía era buscar a sus desaparecidos”, pidió en redes sociales Ceci Flores, lideresa de Madres Buscadoras de Sonora. Ambas son parte de los colectivos y redes de apoyo que han venido integrándose, donde se capacitan, se orientan y organizan para buscar, se acompañan y también se cuidan.
En México esas mujeres y sus familias son quienes a diario buscan a sus desaparecidos, y hacen tareas que corresponderían a las autoridades. Ya fueron a hospitales, a la Cruz Roja o Verde, a cárceles y centros de rehabilitación, al Semefo… esperando hallar vivos a hijos, hijas, esposas, padres, hermanas... Pero ahí no estaban. Y nadie sabe dónde están. Entonces, salen con picos y palas a buscar sus cuerpos entre la tierra, la maleza y la basura.
Hay colectivos con personas con más de una década buscando; tienen experiencia de campo, han aprendido a diferenciar restos humanos y de animales, a identificar partes del cuerpo y seguir pistas. Tan solo en las últimas semanas, las Madres Buscadoras de Sonora localizaron más de 20 fosas clandestinas, en una de ellas había nueve cuerpos. Después llegan las autoridades a exhumarlos.
Pero encontrar a sus seres queridos les está costando literalmente la vida. Además de la burocracia, apatía y desinterés de las propias autoridades, ahora son perseguidas, intimidadas y desaparecidas por el crimen organizado.
“No queremos incomodar a nadie, no buscamos culpables, no buscamos justicia, solamente queremos saber donde están nuestros hijos, encontrarlos”, les dice Ceci Flores, desde las cuentas @CeciPatriciaF y @MadresBuscan de la plataforma “X”.
“Ellos como humanos merecen tener un lugar digno donde descansar, buenos o malos, culpables o inocentes, nosotros lo único que queremos es que vuelvan a casa”.
A las autoridades de los tres niveles de Gobierno les piden protección y acompañamiento en sus búsquedas, celeridad en las investigaciones y la identificación de los cuerpos. Ellas reciben reportes y llamadas anónimas para dar con las fosas. Se ponen en riesgo. Incluso, ya han pedido tregua a los grupos delictivos para que las dejen seguir buscando.
Son mujeres que tienen una causa: encontrar a sus desaparecidos. Despiertan, comen, trabajan y viven pensando en ellos, luchando contra la indiferencia. ¿Cómo ayudar? Hablando de ellas, compartiendo las fichas de búsqueda, apoyando con herramientas para remover la tierra, cooperando con alimentos o dinero, haciendo visible que en México siguen desapareciendo personas.
Hoy Lorenza Cano no salió a buscar a su hermano, hoy en México ella es buscada. No son sus desaparecidos, son nuestros desaparecidos. Es una agresión no solo a las familias, sino a los mexicanos.