Luchar contra otras formas de racismo
El trabajo de nuestra Cámara de Comercio Hispana de Illinois (IHCC) no empieza ni termina con la conexión de empresas o con nuestros reconocidos programas de asistencia técnica para emprendedores. Hay muchos asuntos económicos y de política sobre la mesa que tratamos a diario. Siempre entendiendo que una de nuestras misiones es romper las barreras raciales para ayudar a que nuestras comunidades tengan oportunidades más justas de desarrollo.
Tanto en Springfield, donde funcionan oficialmente los poderes del estado de Illinois, como en Washington D.C, donde también atendemos asuntos federales, trabajamos con grupos de interés en la defensa de los intereses de nuestras comunidades. Es un trabajo arduo, pero que hacemos con mucho gusto porque entendemos los pequeños negocios latinos necesitan reglas de juego claras y oportunidades para crecer y desarrollarse.
Hoy quiero hablar de un tema del que poco se habla, pero en el que también estamos trabajando actualmente con bancos, empresas tasadoras y grupos de legisladores latinos: el racismo que existe en el sistema financiero para definir el valor de una propiedad que se encuentra en una comunidad hispana, que provoca cientos de millones de pérdidas anuales para los latinos que con mucho esfuerzo adquieren una propiedad en este país.
Se ha aceptado durante mucho tiempo que el proceso de compra-venta de una vivienda es más un arte que una ciencia, con una serie de factores, incluidas las habilidades de negociación del comprador y la motivación del vendedor, que determinan el precio de venta final de un inmueble.
La raza del vendedor no tendría que ser un factor determinante. Porque si lo fuera, sería discriminación, que es un delito. Pero eso es exactamente lo que sucede desde hace mucho tiempo. Desde hace años escuchamos historias de latinos en Chicago que reciben una baja tasación por su casa, a diferencia de las que reciben propiedades de anglosajones en la misma comunidad.
Una pareja latina en un condado de Illinois vio el valor de tasación de su casa aumentar en casi 300 mil dólares, el año pasado cuando quitaron fotos y arte mexicano de su casa y contrataron a una pareja anglosajona para recibir una segunda tasación por la propiedad. La pareja ahora está demandando a los tasadores por discriminación bajo las leyes federales de vivienda justa.
Este caso figura en un informe de este año del prestamista hipotecario federal Freddie Mac encontró que el factor racial afecta no sólo a los vendedores, sino también a todos vecindarios en que los latinos son mayoría.
El informe reveló que solo el 7.4% de las tasaciones en comunidades que son mayoritariamente blancas se ubicaron por debajo del precio del contrato de la propiedad, en comparación con el 12.5% de las áreas de mayoría afroamericana y el 19.4% de las áreas latinas. El estudio también encontró que las casas en estas comunidades tenían casi el 200% de probabilidades de estar más “infravaloradas” que las de propiedades en comunidades anglosajonas.
Estamos trabajando para frenar este robo. No solo esta situación defrauda a los latinos, sino que también les dificulta recibir una compensación justa en caso de que necesiten una tasación para sacar un préstamo por el valor neto de una casa para, por ejemplo, enviar a su hijo a la Universidad.
Las prácticas de préstamos abiertamente basadas en la raza ya no son legales, debido a las leyes federales de vivienda justa de las décadas de 1970. Pero esas reformas se saltaron el proceso de evaluación. El banco que ya no puede negar un préstamo a un propietario debido a la raza puede enviar a un tasador que subvalora una casa si el vendedor es afroamericano o latino.
Nuestro trabajo ahora será seguir presionando a bancos, legisladores federales y estatales y la comunidad de tasadores para solucionar este problema.
(*) Presidente & CEO de la Cámara de Comercio Hispana de Illinois.