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Los tiempos de la señora Presidenta

Claudia, la primera Presidenta de México, arrancará su sexenio en la mejor posición.

Con mayoría en ambas cámaras, 24 legislaturas locales y 59.7% de los votos en la elección, sólo ella decidirá qué tanto pisa el acelerador ante el programa de 17 de 20 reformas que le heredó López Obrador y que ella suscribió.

El cierre del sexenio fue frenético tras la aprobación de la reforma judicial, la que incorporó la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas y la que reconoce los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos.

De las otras pendientes, Sheinbaum deberá decidir cuáles prioriza, qué otras desacelera, qué nuevas propone y si desecha alguna del ex Presidente.

Entre ellas destacan las relacionadas con darle rango constitucional a programas sociales como la pensión universal para discapacitados; las becas a estudiantes de escasos recursos; Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida.

En materia laboral se propone, para aumentar el monto de las jubilaciones, eliminar las reformas de pensiones de Zedillo en 1997 y la de Calderón en 2007. También una iniciativa para que el salario mínimo nunca crezca por debajo de la inflación.

Asimismo hay una particularmente ambiciosa en materia de vivienda en donde el Infonavit construirá casas y las ofrecerá en venta y renta a precios razonables para los trabajadores.

Sin dejar de mencionar otras como la prohibición del maltrato animal y la minería a cielo abierto, y la restricción al maíz transgénico y a la entrega de concesiones de agua en zonas con escasez.

En materia económica hay una que reactiva el uso de trenes de pasajeros.

Pero de todas las anteriores, tres reformas tendrían un alto impacto político: la electoral, la eléctrica y la eliminación de los organismos autónomos.

Bastarían estas 17 reformas para ocupar a la Presidenta todo el sexenio en su implementación. Por eso es interesante la prioridad que dará a cada una.

Como Mandataria electa, Claudia señaló que entre sus prioridades estaban la pensión a mujeres de 60 a 64 años que en una primera etapa se concentrará en indígenas; la eliminación de la reelección; la ampliación de becas para educación básica y cambios a la ley del ISSSTE.

Ernestina Godoy, próxima consejera jurídica de la Presidencia, confirmó ayer que en las siguientes semanas la Primera Mandataria enviará al Congreso de la Unión un paquete de reformas prioritarias, entre ellas la electoral.

Difícilmente habrá un cambio de rumbo. La coincidencia ideológica y programática de la Presidenta y López Obrador es indiscutible. Sin menoscabo de sus méritos y autonomía, Claudia es la continuación en esencia del proyecto obradorista.

La incógnita es la velocidad que le imprimirá a construir el segundo piso de la 4T y qué tan ambiciosa será su meta.

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