Ideas

Los tapices de Rafael volvieron a la Sixtina

Seguramente ha sido la exposición más fugaz en mucho tiempo: apenas durante una semana, del martes 18 al domingo 23 de febrero, estuvieron colgados en las paredes de la capilla Sixtina los gigantescos tapices cuyos cartones pintó Rafael Sanzio (1483-1520) precisamente para ese lugar. Como parte de las conmemoraciones del quinto centenario de la muerte de ese artista clave del Renacimiento, los Museos Vaticanos permitieron que, por vez primera desde el siglo XVI, volvieran al sitio para el cual fueron originalmente creados los doce tapices que representan escenas de los Hechos de los Apóstoles, como La lapidación de San Esteban y El sermón de San Pablo en Atenas.

Esa serie de tapices  fue manufacturada entre 1515 y 1521 en el famoso taller del artista flamenco Pieter van Aelst, en Bruselas, a partir de los croquis de Rafael; están hechos de seda y lana tejidas con hilos de oro y plata. Todos pasaron en los últimos diez años por un meticuloso trabajo de restauración de los expertos de los Museos Vaticanos, donde generalmente se exponen por rotación en cámaras climatizadas y tras vidrios blindados en la Sala VIII de la Pinacoteca.

Se trata de piezas monumentales (miden entre cinco y seis metros) y sumamente frágiles, así que fue un suceso extraordinario que se haya permitido sacarlos y exponerlos juntos. De por sí su existencia es ya un milagro, pues además de su antigüedad, sobrevivieron pese a haber sido robados durante el Saco de Roma por la tropas de Carlos V, en 1527, y por Napoleón en 1798. Thomas Campbell, el director del Museo de Bellas Artes de San Francisco, estuvo cuando se abrió la exposición; escribió en Instagram: “daban ganas de pegar de brincos y cantar”. Las fotografías de la Sixtina con sus tapices son absolutamente asombrosas (pueden verse fácilmente buscando en Google).*

Fue el Papa León X quien encargó en 1514 a Rafael estas obras para que decoraran las paredes de la capilla, bajo los frescos de la bóveda pintados por su contemporáneo y rival Miguel Ángel (completados en 1512) y rodeados de obras de Boticelli, Perugino, Ghirlandaio y Signorelli. El encargo original era de 16 tapices, algunos de los cuales se perdieron. Permanecieron colgados en la capilla sólo unos años, de 1512 a 1536. Siete de los tapices se estrenaron el día de San Esteban, 26 de diciembre, de 1519. Rafael probablemente asistió a la inauguración, que tuvo lugar cuatro meses antes que muriera, a la edad de 37 años, y nunca vio los cinco restantes, que fueron terminados después. Siete de los cartones originales se hallan en el museo Victoria & Albert de Londres (cuyo director también estuvo presente en la inauguración).

La directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta, explica que este esfuerzo fuera de lo común, que debe haber tenido un costo mayor en varios sentidos, se debe a que el Papa Francisco entiende muy bien que hay cosas supremamente importantes, como “compartir con todo el mundo esta belleza”.

*Por ejemplo en https://fr.aleteia.org/slideshow/les-extraordinaires-tapisseries-de-raphael/?from_post=521429

Síguenos en

Temas

Sigue navegando