Los saldos de los comicios del 5 de junio
El más inmediato y visible de los saldos de la jornada dominical de elecciones en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Tamaulipas y Quintana Roo, fueron sin duda los cuatro triunfos electorales de Morena en estos últimos cuatro estados, entre los que figura el territorio hidalguense, que junto con el Estado de México, quedaba como el último bastión priista en donde sólo el tricolor gobernó por 93 años.
Morena se consolida así como el partido que más ha ganado elecciones en la historia post-alternancia política de México en sus apenas ocho años de historia. Del 2014 que Andrés Manuel López Obrador salió de las filas del hoy agonizante Partido de la Revolución Democrática (PRD) para fundar el partido Movimiento Regeneración Nacional (cuyas siglas juegan y remiten a la virgen “morena” de Guadalupe, uno de los más fuertes símbolos de la religión católica), este partido político se convirtió el domingo en el único que ha ganado en este lapso 20 gubernaturas, la presidencia de la República y las mayorías absoluta, primero, y relativa, después, en el Poder Legislativo. En menos de una década, el partido guinda se colocó como el instituto político dominante de México.
Aunque la Alianza Va por México, que integran el PAN, el PRI y el PRD, retuvo Durango y Aguascalientes, es claro que tendrán que hacer una profunda revisión de sus estrategias si de verdad quieren contener el crecimiento de Morena y tener alguna posibilidad de triunfo en la elección presidencial del 2024. De entrada no será suficiente convencer al partido Movimiento Ciudadano, que en la jornada del domingo estuvo borrado de la competencia.
Un saldo positivo fue, sin duda, la llegada de dos mujeres más a la máxima responsabilidad política de una entidad. Con el triunfo de Mara Lezama, de Morena, en Quintana Roo, y de Teresa Jiménez, por la alianza PAN-PRI-PRD, son ya nueve las gobernadoras mujeres que habrá en México, situación que se ha logrado por las reformas en paridad de género para la participación política hechas hace apenas cuatro años.
Otra buena noticia fue el hecho de que la jornada electoral transcurrió en calma y no hubo incidentes graves. El factor del crimen organizado y sus acciones para inhibir o alentar el voto a favor de uno u otro candidato, por fortuna, no afloró como pasó en las pasadas elecciones intermedias.
Finalmente, quedó comprobada la certeza y tranquilidad que aporta la madurez institucional del Instituto Nacional Electoral (INE), cuyos procedimientos para la instalación de casillas, capacitación de ciudadanos y conteos rápidos fueron altamente eficaces y precisos. Esto pese a los embates presidenciales que han tenido que enfrentar en todo lo que va del sexenio de la 4T. El INE, pues, es un activo del país que todos debemos defender ante el creciente poder de AMLO que lo quiere desmantelar.
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