Los "roomies": un ejemplo de convivencia
Se le llama “roomie” a la persona con la que te toca convivir en un cuarto de un dormitorio universitario y de allí se ha derivado para asignar a una persona con la que compartes un espacio para dormir, sin que exista una relación en particular. Muchas veces la elección surge por pura conveniencia y en forma circunstancial.
Lo interesante de este hecho es que a pesar de que se puedan tener personalidades, costumbres y culturas distintas, se puede convivir positivamente, hasta por largos períodos y cotidianamente, sin fricciones y conflictos.
A partir de este tipo de relación, intentamos construir una teoría de las relaciones humanas con principios más civilizados. Y así poderlo tener como modelo de convivencia para matrimonios y familiares.
Veamos algunas características del modelo:
A) El respeto. Dejar ser al otro sin juzgar, criticar y sobre todo molestarte por lo que hace o deja de hacer. Se trata de una adaptación mutua en donde además ambos tratan de ser responsables de sus cosas y espacios sin molestar al otro. Y en caso de no lograrlo tratar de no enojarse y entender que hay que sobrellevar la relación de la mejor manera posible en buen plan.
B) Sin vigilar ni supervisar. La atención debe estar puesta en ti mismo y ejercer el dominio y control solo en ti, y por ningún motivo pretender querer controlar, cambiar e influir en el otro para que modifique algo que te esté molestando a ti.
C) Igualdad y equidad. No hay autoridad sobre el otro, ni se debe intentar mandar o dirigir las conductas y hábitos del otro, la única autoridad es la ética, la moral y la educación civilizada. Sin nunca creer que tienes permiso de querer enseñar o educar al otro de lo que es correcto o no. Cuando mucho, puedes pedir un favor y respetar su decisión.
D) La regla de oro. Solo haz el bien al otro como quieres que te lo hagan a ti, y con permiso del otro. Cada quien es responsable de su vida, de inicio simplemente se comparten espacios y momentos de la vida, de la mejor manera posible.
E) Adaptación aun sin acuerdos. Buscar la manera más inteligente de convivir, sin necesidad del diálogo y los acuerdos. Es tratar de estudiar y conocer bien al otro para saber qué hacer o no y así evitar lo que incomoda y molesta al otro, sin necesidad de estar en una conversación.
Cientos de jóvenes y académicos han sabido convivir en los dormitorios de las universidades con gentes que ni van a cambiar, ni hablan tu idioma, y aun así pueden convivir sin problemas con un desconocido. Por qué no aplicamos estos principios con nuestra propia pareja e hijos y tratamos de vivir más en paz y en armonía. Se supone que con amor es mucho más viable conseguirlo.