Los retos de Boric
Reggaetonero y amante de los tatuajes, el ex líder estudiantil chileno Gabriel Boric, que se convertirá el próximo 11 de marzo a sus 36 años (ahora tiene 35) en el presidente más joven y más votado de ese país sudamericano al arrasar en las elecciones del domingo pasado, es la figura política del momento en América y otros países del mundo.
Con 4.6 millones de votos, Boric, postulado por la organización política de izquierda Apruebo Dignidad sacó un millón de sufragios de ventaja a su adversario de ultraderecha, José Antonio Kast, candidato del Frente Social Cristiano.
Al término de la jornada electoral, Boric invitó a Kast a aportar sus ideas y propuestas porque el futuro de Chile necesitaba de todos. El lunes acudió al palacio presidencial de La Moneda, ahí lo recibió el presidente saliente, Sebastián Piñera, donde hizo un pequeño homenaje a Salvador Allende, al detenerse unos minutos frente al busto del presidente derrocado y asesinado en 1973, para luego externar que quería “seguir construyendo” los sueños de un Chile mejor por los que él luchó. A las voces que lo han criticado y asegurado que por su juventud no tiene la preparación para asumir la presidencia chilena, Boric les respondió que espera estar a la altura de ese “tremendo desafío”.
Entre los grandes retos de este presidente millennial estará el tema económico por recibir a un país que había mantenido por décadas los más grandes crecimientos económicos de América Latina, pero que ahora encontrará en franca desaceleración y estancamiento. Si en 2021 la economía de Chile creció casi al 12 por ciento, para el 2022 se espera apenas subir 2.0 y en el 2023 caer a cero. Una primera respuesta a este desafío fue su promesa de tener definido a su gabinete antes del 22 de enero para combatir la incertidumbre que se reflejó en el nerviosismo en los mercados tras su triunfo electoral que depreciaron la moneda chilena 3.4 por ciento al situarse en 876 pesos por dólar e hicieron caer la bolsa 6.18 por ciento.
Otro gran reto será cumplir sus promesas en materia de seguridad pública y acompañamiento a las víctimas de delitos que fueron uno de los ejes centrales de campaña, así como acompañar el proceso de la redacción de una nueva Constitución en la que trabaja el pueblo chileno. El martes pasado, Boric prometió ese apoyo al visitar a los integrantes de la Convención Constituyente.
Finalmente el futuro presidente chileno tendrá también la oportunidad de diferenciarse de otros gobiernos de izquierda en América Latina que han estado lejos de las agendas de ampliación de libertades y más cerca de posturas conservadoras y autoritarias que prometieron combatir como sucede en Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Perú, Argentina y el gobierno de la 4T en México. Veremos.
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