Ideas

Los regalos del cártel en Mazamitla

Otra vez. Ahora en Mazamitla.  El sábado 6 de enero un video de 21 segundos en redes sociales mostró cuatro vehículos en el centro del Pueblo Mágico. Todos tenían rotulada la leyenda: “Feliz Día de Reyes” y las siglas del cártel local. En una camioneta Mazda, por el quemacocos, sobresalía un niño de no más de siete años. En otra, un menor más se asomaba; si acaso había cumplido 12. Pero algo más llamó mi atención. A diferencia de otras ocasiones, ni siquiera cubrieron las placas de los carros. ¿Por qué? Tengo una hipótesis. 

Jorge Magaña, alcalde de Mazamitla, confirmó que presuntos integrantes del cártel regalaron juguetes y dulces en el pueblo. De hecho, la caravana pasó a una cuadra de la Comisaría municipal. 

¿Cómo fue posible? Como fue posible en todas las ocasiones anteriores. En abril de 2020, en plena pandemia, hombres armados en una camioneta entregaron despensas junto al Centro Cultural Constitución, en Zapopan. En la Navidad de 2022, en la Colonia El Retiro, en Guadalajara -lugar de origen de un capo- una caravana de autos regaló juguetes. 

Pero en los últimos años ocurrió también en Cuautitlán García Barragán, Tototlán, Tuxpan, La Barca, Tecalitlán, Jamay… Presuntos miembros del crimen organizado han entregado “apoyos” por el Día del Niño, el Día de la Madre, Navidad y el Día de los Reyes Magos. Puesto en perspectiva, estos hechos dejaron de ser una excepción para convertirse en una “tradición”. 

Pero regreso a mi pregunta. ¿Cómo es posible? Revisemos el caso de Mazamitla. 

Visité el Pueblo Mágico a mediados de diciembre. En la entrada principal y en dos puntos cerca de la Presidencia estaban apostadas sendas parejas de elementos de la Guardia Nacional (GN). Además durante mi estancia, un fin de semana, un par de camionetas de la corporación hicieron rondines en el centro todo el tiempo. El Gobierno federal aumentó su presencia desde que se recrudeció la violencia en la zona a principios de 2022. En un par de ocasiones vi una patrulla estatal. 

En la versión del alcalde, los presuntos delincuentes aprovecharon un espacio en el que “no había vigilancia”. Suena inverosímil que la autoridad federal, estatal y municipal ignoren al mismo tiempo esta “tradición criminal. La ausencia en ese momento de destacamentos de la GN y la Policía estatal, sobre todo, sólo es posible bajo un esquema de solapamiento. La complicidad de una corporación entera sería impensable. Pero sí de quienes toman decisiones como para ofrecerle todas las ventajas al bando criminal que ni siquiera cubrió las placas de los vehículos.   

En todo caso, ¿quién regala a quién? Todo indica que el regalo es de la autoridad a los criminales para que durante su ausencia ganen notoriedad y capital social. 

Los “apoyos” del cártel en cada día festivo ya no son un desafío a la autoridad ni mucho menos un descuido. Son una forma de colaboración. Sólo eso explica que sea sistemático. 

jonathan.lomeli@informador.com.mx
 

Síguenos en

Temas

Sigue navegando