Los orígenes de Venecia
Ojalá pronto se difunda en los medios mexicanos un extraordinario documental que se pasó en Francia (por la televisión France 5) estos días y que se llama “El misterio de los orígenes de Venecia”, dirigido por Alessandra Bonomolo.
Siempre había sido un enigma cómo, y sobre todo por qué, la Serenísima República se construyó sobre islotes inestables en medio de una laguna. Ahora se ha recurrido tanto a la ciencia como a la historia para descifrarlo. El documental echa mano de tecnologías de punta: sigue el trabajo de los arqueólogos que exhuman los cimientos de Venecia “deconstruyendo” el puente del Rialto y la Basílica de San Marcos con la ayuda de impresionantes imágenes de síntesis, y acompaña las excavaciones de un barco en el fondo de la laguna buscando identificar los numerosos cuerpos enterrados juntos en una de las islas. También se utilizan mapas en tercera dimensión hechos a partir de ondas sonoras de imágenes acústicas, fotografías aéreas tomadas con cámaras multiespectrales y escaneados de las excavaciones mediante un magnetómetro que mide las variaciones del campo magnético terrestre.
Pero no hay que entender toda esa serie de detalles técnicos, sin duda fascinantes para quienes sí le saben a la ciencia, porque lo maravilloso es lo que se explica a partir de todos esos avances: resulta que Venecia tuvo una antepasada terrestre que fue la ciudad romana de Altinum, cuyas ruinas pueden verse también. Era una población próspera hace dos mil años, hasta que la conquistaron y la destruyeron los hunos. Los sobrevivientes que lograron escapar de Altinum se refugiaron en las distintas islas de la laguna y fueron los fundadores de Venecia, y lo más curioso es que la concibieron basándose en el plano de su ciudad de origen. Poco a poco, ese centenar de islas e islotes fueron siendo comunicados mediante más de cuatrocientos puentes y cincuenta kilómetros de canales.
La construcción del Rialto, puente comercial y obra maestra de Antonio da Ponte, es una maravilla de la ingeniería de nueve mil toneladas, cuyos distintos elementos se descubren gracias a las imágenes de síntesis. Del mismo modo quedan a descubierto los cimientos de la plaza de San Marcos, que son una gran masa de pilotes y piedras.
Aunque constantemente expuesta a los peligros del mar, la ciudad de los dogos hizo de él el máximo recurso de su éxito, y en el siglo XVI era ya una gran potencia que se había enriquecido a partir del comercio de la sal. Pero, sobre todo, Venecia inventó el primer sistema bancario, con billetes y facturas cambiables por moneda contante y sonante en los bancos (que eran literalmente bancos) de los comerciantes. El Arsenal de Venecia fue el origen de la primera línea de producción de la historia para construir naves comerciantes y de guerra.
Por estar particularmente expuestos al contagio debido a su gran actividad mercantil, los venecianos inventaron la cuarentena, que se imponía a las tripulaciones y las mercancías que llegaban al puerto. Gracias a esa medida, en la década de 1630 la Serenísima logró salvar de una terrible epidemia de peste a cerca de dos terceras partes de sus habitantes.
María Palomar