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Los nuevos enemigos del alfarismo…

Ya no es novedad que el gobernador Enrique Alfaro tenga desencuentros con el núcleo social que se te venga a la mente: la Universidad de Guadalajara, las familias de desaparecidas y desaparecidos, periodistas, políticos de otros partidos y hasta con el entrenador de las Chivas cuando su equipo favorito -aunque sus dueños favoritos sean los del Atlas- no levanta.

Pero en fechas recientes, el ranking en la lista negra del carismático mandatario estatal se actualizó y dos perfiles entraron a las primeras posiciones.

Y por increíble que parezca, esos perfiles son de casa: Dante Delgado y Pablo Lemus.

La decisión del presidente nacional del partido naranja de no contender este año por las gubernaturas de Coahuila y Estado de México abrió un frente que dividió a MC en dos: el de Dante y el de los gobernadores.

Samuel García y Enrique Alfaro hoy tienen un pleito abierto con el tío Dante, quien tomó la iniciativa de salirse de la carrera electoral de este año de manera unilateral, pero sin que se toque un peso de sus prerrogativas. Porque ni modo de no pagar el Netflix y el Disney+.

En público, Alfaro busca la candidatura a la presidencia de México. Él mismo ha dicho que, si su nombre no figura en la boleta electoral por el primer puesto de elección popular, ni le hablen. En lo privado, la presidencia del partido Movimiento Ciudadano es un puesto anhelado que ya ha dejado ver en su círculo de confianza.

Y esa audacia de bajar a Juan Zepeda de la candidatura del Estado de México, donde Morena compite con el PRI, pues no gustó en nada al gobernador jalisciense. Ese ha sido el encontronazo que logró partir a MC en el del presidente del partido y el de los gobernadores. No es normal tanta visita e intercambio de funcionarios entre Jalisco y Nuevo León… pero ese es otro tema.

Hoy, los gobernadores advierten que Dante negoció con Morena para no darle puntos a la bizarra coalición del PAN-PRI-PRD y cobrarse el favor en 2024. ¿Cómo? Con candidatos a modo que le permitan mantener los estados que ya tienen el águila juarista bien pintada. Ajá: Quieren a “Chema” Martínez jugando por Morena, pero para perder.

Eso último no necesariamente es malo para the gober, pues ya Alfaro lo tenía planeado así; el problema es que, esta vez, Dante se lo brincó.

Y entonces, ¿Por qué Pablo Lemus es el otro en la lista? Pues porque es un candidato rentable… pero no digno de su entera confianza.

En Casa Jalisco realmente ven a Lemus como un político con carisma y futuro… pero del team Coparmex y no del alfarista. Tan no lo es, que quien lo empuja para la gubernatura es Dante, a quien sólo le importa mantener el gobierno estatal y, en consecuencia, su registro, sin importar que quien inició esa bella historia de amor se apellide Alfaro.

En México y el mundo, los políticos son maestros de la pose y la fantasía. Ahí está la cercanía entre el gobernador de Jalisco y el Presidente López Obrador, que ha sido más que evidente en las últimas semanas. Ya no hay abucheos en los eventos públicos y ya hay aplausos y agendas en común. Pero, políticos como son, las virtudes en ese estrato siempre suelen ser públicas, en tanto que los vicios, privados.

Así que no nos extrañe: veremos más videos de Alfaro y Lemus patinando sobre hielo en público, pero cuando bajen la cortina, todos van a entrar al cuarto de guerra a seguir tundiéndose por debajo del agua.

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