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Los matones no avisan

Nunca me verán moviendo todas las historias de primera mano conocidas. Porque no me constan. Pero algunas las conozco. Porque así se han ido. Balazos, o plata o cárcel. Pues ni modo. De un montón de lo oído del pasado a través de libros, o de comunicación directa, he aprendido muchas cosas y no sólo por ser tan recientes. Ni modo. Amenaza más alta, según el Diccionario del español Jurídico de la Real Academia Española de la Lengua (RAE-https://dej.rae.es/#), del para ni hacer escala. Tiene varios significados y van de volada: amenazar mediante cualquier medio, intimidar por cualquier cosa a toda persona, causar miedo. Tiene una responsabilidad desde la penal. Cumplir la amenaza es de tontos.

“Abrazos, no balazos”. Así nos tiene sentenciados el Presidente. ¿Y de dónde van los balazos y de dónde van los abrazos? No lo sé. Pero se pasa. Se pasa demasiado. Culiacán y luego la matanza de la cual no puedo dejar de hablar a pesar de lo tanto comentado. Tres mujeres y seis bebés, bueno ya casi adolescentes o recién jóvenes algunos. Para los padres los niños son niños sin distinción alguna. O nuestros bebés. Mientras el Presidente se ríe. Y sigue comportándose como, y con todo respeto como lo él mismo lo dice cuando va insulto: no es un payaso. Es él el Bufón del Palacio Nacional, y yo que tanto respeto le tengo a la jefatura del Estado (ya saben, la mandona sobre el territorio y población -no pueblo bueno o malo- sino los habitantes de México, y la autoridad o leyes o la Constitución y buscando siempre la soberanía interna o externa).

Te pueden amenazar y matar más que bien sin aviso. Por eso la amenaza es diferente cuando no te la enteran. La amenaza es de cobardes; el asesinato a sangre fría sin el otro armado o siendo un bebé o un niño, no tiene madre (ahí disculpen la palabrota). ¿Pero matar bebés, que fueron dos, cómo se llama? Los que somos padres estamos asustados.

“Abrazos, no balazos”  ¿Y dónde la estabilidad? O sea, la soberanía de todo el país. Esto no es un juego de matatena. Ni de beisbol. O de una buena cascarita o buena ronda. O de un buen set. No. Nos estamos jugando el futuro de nosotros, de todos nosotros.

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