Los hombres volverán a ser hermanos
Existen cuatro temas recientes que, por su importancia y trascendencia, deben ser comentados:
El domingo pasado, como se esperaba, el señor Nicolás Maduro derrotó (de nueva cuenta) a la democracia. Desde hace 25 años Venezuela vive la dictadura -disfrazada con el ritual democrático- de un falso socialismo. El tiempo, juez severo, tarde que temprano desnudará las vilezas del dictador y el enorme retroceso que para el pueblo venezolano ha significado el gobierno de un solo hombre. Primero, Hugo Chávez se apoderó de las instituciones nacionales: la Corte de Justicia y los organismos electorales. Luego, Maduro se convirtió, en el apogeo de su megalomanía, en el “salvador de la patria”.
En un operativo que recuerda a la película Rescate en Entebbe, fueron detenidos Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López. En la historia, López Obrador ha sido el mandatario más obsequioso con nuestros vecinos. Soberanía, ¿qué es eso? Como dijo Donald Trump, “Nunca vi a alguien doblarse de esa manera” (sic). Los norteamericanos, expertos en el tema, le están poniendo la vara muy alta a la señora Sheinbaum. Vamos a ver de qué pasta está hecha.
La elección del primer mandatario de los Estados Unidos de Norteamérica es uno de los acontecimientos de mayor importancia política en el orbe. Es tal su relevancia económica y militar, que todos los países del mundo están atentos a lo que sucede en esa nación y tienen, como prioritaria, su vinculación con la Casa Blanca. La muy probable designación de Kamala Harris como candidata del Partido Demócrata le da un toque singular al proceso de renovación de las autoridades del vecino país. Kamala puede convertirse -si el pueblo norteamericano así lo decide- en la primera mujer al frente del gobierno más poderoso del planeta. Para nuestro país, la relación con los Estados Unidos es, en todos los órdenes, sustantiva: 3,169 kilómetros de frontera, más de 30 millones de mexicanos o descendientes en el territorio de los EUA, los ingresos provenientes de las remesas de los paisanos y el intercambio de bienes y servicios entre ambas naciones hacen de México su primer socio comercial, además de eficaz vigilante y tapón del flujo migratorio centroamericano.
En París, se inauguraron los Juegos de la XXX Olimpiada de la era moderna en una ceremonia verdaderamente espectacular, llena de creatividad y con un despliegue de recursos tecnológicos impresionante. Se representó, en un viaje ilustrativo, el pasado, el presente y atisba el futuro de una realidad que ya está aquí, cuya más maravillosa expresión es la inteligencia artificial.
La fiesta del deporte muestra las enormes diferencias entre los países del planeta, pero también revela, desde los tiempos de Grecia, la capacidad de los seres humanos para encontrar momentos de paz. París es la ciudad más hermosa del mundo. Francia está a la altura de un pasado que contiene el origen de la democracia moderna y de la solidaridad de las naciones. Las olimpiadas, como la democracia, son un canto de esperanza: “En que los hombres volverán a ser hermanos” -Friedrich Schiller.