Los hijos en la campaña
La participación de la pareja y los hijos en las campañas electorales suele ser como ese gran elefante blanco en medio de la sala: un asunto al que hay que ponerle atención, que está ahí, que existe, pero del que se evita hablar… hasta que sucede algo, generalmente una crisis.
El miércoles se difundió un video de Juan Pablo Sánchez Gálvez, hijo de la candidata a la Presidencia de México, Xóchitl Gálvez, aparentemente ebrio e intentando entrar a una discoteca en la Ciudad de México. Durante los cinco minutos de la grabación, el joven empuja, manotea e insulta a los guardias de seguridad del negocio que le impiden el ingreso.
Para apoyar a su mamá en la contienda presidencial, Juan Pablo Sánchez se sumó como líder de la red de jóvenes. Las imágenes, tomadas en noviembre del año pasado, se hicieron virales en unas cuantas horas. Que se filtrara un video así en plena campaña no es casualidad.
Antes del anochecer, el joven de 26 años compartió en sus redes sociales un video ofreciendo disculpas, se dijo arrepentido y que no había justificación para haberse comportado así, que ya se había disculpado también con el personal del antro.
“Estoy aquí para darles la cara, reconocer mis errores y asumir mi responsabilidad, por lo que he decidido hacerme a un lado de mi cargo como líder de las redes de jóvenes”, y aclaró que seguirá apoyando a su mamá como un hijo.
“Espero que esta experiencia te deje un aprendizaje en tu vida. Siempre debemos tratar con pleno respeto a todas las personas”, le respondió la candidata de la coalición del PRI, PAN, PRD en un mensaje por X.
La familia forma parte del entorno íntimo y más cercano de los personajes que aspiran a algún cargo de elección. En una campaña la pareja, las hijas e hijos, del candidato o candidata sí o sí necesitan estar preparados, saber a qué se enfrentarán. Y en algunos casos hasta la familia política, incluidas cuñadas, suegros…
En las campañas el equipo suele centrarse de manera natural y prioritaria en la candidata o candidato, pero su círculo inmediato también forma parte de la comunicación. Lo mismo pasa en el Gobierno, cuando se gana la elección; hay una muy delgada línea por donde puede asomarse parte de su vida privada y ventilarse como si fuera pública.
“Un favor a los políticos en campaña y a sus equipos: jueguen limpio. Quizá es mucho pedir. Pero, como mexicana, rechazo que los familiares sigan siendo ‘daños colaterales’. Saludo y abrazo a Juan Pablo: como adulto, igual que yo, lo que tengas que corregir que te lo dicte tu propia conciencia, como debe ser. Que te vaya bien en la vida es mi deseo”, escribió en su cuenta de Facebook Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del Presidente de México. Desde que su marido, Andrés Manuel López Obrador, llegó a la Presidencia, su hijo Jesús Ernesto, menor de edad, ha sido víctima de ataques por su apariencia física.
En distintas situaciones, los familiares de figuras públicas quedan expuestos, con o sin razón, y su presencia (o ausencia) son utilizados en la guerra política. Ser candidata o candidato impacta todo el entorno familiar. Y en el Gobierno o durante una contienda electoral, aunque no lo deseen y sin que lo puedan impedir, son observados... y criticados. Los hijos también comunican.
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