Los delitos le dan la razón a Trump
Este mes, cuatro casos relacionados con actividades criminales de hispanos en Estados Unidos a Donald Trump le caen “como anillo al dedo” y fortalecen ante la sociedad en general sus intenciones de que el primer día que llegue a la presidencia comience a realizar deportaciones masivas de personas que viven ilegalmente en el país vecino.
El 1 de noviembre, Wilson Castillo Díaz, de 27 años de edad, de origen hondureño, quien no asistió a su cita de inmigración después de solicitar asilo en la frontera, fue detenido en Long Island, Nueva York, y acusado de violar a una niña de apenas 5 años de edad. El martes pasado, Jesús Alberto Pereira Castillo, venezolano que cruzó ilegalmente a Estados Unidos, fue arrestado en Denver, Colorado, y acusado de violar a la hija de 14 años de edad de su jefe mientras vivía en el sótano de la familia. El miércoles, José Antonio Ibarra, también venezolano y quien carece de documentos migratorios, fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de Laken Riley, estudiante de enfermería de la Universidad de Georgia, a quien asaltó e intentó violar cuando se ejercitaba en el campus universitario.
El viernes, la Liga de Futbol Americano (NFL) alertó a los directores de seguridad de los equipos y al sindicato de jugadores sobre un grupo delincuencial que aparentemente es responsable de los robos coordinados a casas de deportistas cuando estos están jugando con sus equipos. Entre las víctimas más recientes están el mariscal Patrick Mahomes y el corredor Travis Kelce, estrellas de los Jefes de Kansas City, y otros atletas de la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA). De acuerdo con las autoridades involucradas en la investigación, la banda criminal venezolana “Tren de Aragua”, que aparentemente ya opera en varios estados de la Unión Americana, podría estar detrás de estos robos.
Si nos acordamos de lo que Donald Trump dijo el martes 16 de junio de 2015 -cuando lanzó su candidatura para su primera nominación republicana a la presidencia- al referirse a México, pero que después hizo extensivo a todos los migrantes que llegan de otros países: “... no envían lo mejor. Están enviando gente con montones de problemas. Están trayendo drogas, están trayendo crimen, son violadores…”, y lo relacionamos con lo expresado la semana pasada -y durante su campaña hace algunos meses- cuando señaló que está dispuesto a declarar “el estado de emergencia nacional” y usar al ejército para llevar a cabo “la mayor deportación de la historia”, más las recientes detenciones de indocumentados involucrados en ilícitos, Trump “tiene la sartén por el mango” para justificar su plan masivo de deportaciones.
Como quien dice: “El niño es risueño y le hacen cosquillas”. ¿Usted, qué opina?
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