Los chinos atacan al líder
Cualquier mexicano que use una pickup para trabajar, sabe que tiene que ir a una agencia Nissan para adquirirla. Ha sido así por décadas y esto es plenamente justificado. Curiosamente el liderazgo de la marca japonesa en ese segmento existe desde una época en la cual su producto ni siquiera tenía un nombre y muchos la decían simplemente Estaquitas.
La realidad es que el nombre sobra cuando uno piensa en las virtudes de un producto que constantemente prueba sus cualidades como la capacidad de carga, incluso cuando la gran mayoría de sus clientes rebasan el número máximo indicado por el fabricante. Pero más que nada, la fiabilidad. En la hora de trabajar, nadie se puede dar el lujo de perder demasiado tiempo en reparaciones. Pese a sus fortalezas, la NP300 -sí, ya tiene nombre- tuvo el mercado mexicano para ella sola durante mucho tiempo, pero ya no es así. ¿Logrará mantener su inmensa participación de mercado pese al ataque que está recibiendo?
Las estadounidenses han intentado darle batalla a la pickup Nissan. Pero nunca han podido realmente hacerlo. Ranger, Colorado y, en su época, Dakota, eran vehículos casi exóticos y difícilmente vendían flotillas para empresas. El primer verdadero rival de Nissan fue Toyota, con la Hilux, una camioneta cuyas bondades rivalizan contra la NP300, pero siendo más cara (cerca de 40 mil pesos más, comparando las versiones chasis-cabina) y con menor disponibilidad de inventario, conquistó su nicho sin realmente amenazar a la reina.
La tercera japonesa que logró su tajada del pastel fue la L200, de Mitsubishi. Sin embargo, su verdadera fortaleza está en las versiones diesel, más costosas, aunque con robustez comprobada. Al venderse sólo en doble cabina, cierra también su nicho de trabajo.
Si Nissan ha logrado mantenerse firme ante el embate de las japonesas y estadounidenses, ahora le toca un reto nuevo por delante: las chinas. Dentro de las 12 pickups medianas de trabajo, excluyendo las que son más orientadas para uso personal como Tacoma, Ranger o Shark, nueve están hechas en China y por fabricantes chinos, aunque dos de ellas, la S10 y la RAM 1200, se vendan aquí bajo el logotipo de Chevrolet y, claro, de Ram.
En chino
JAC ha sido de las primeras chinas en levantar la mano y decir que tienen con qué competirle a Nissan. Y la Frison ha sido bien recibida, tanto T6 como T8, pero sus números de ventas no llegan a 15% de lo que vende la NP300.
La ofensiva de verdad apenas está llegando. Stellantis, por ejemplo, ya ofrecía la Landtrek, en realidad una Changan Hunter, pero sólo lo hacía en doble cabina y en agencias Peugeot. Ahora vendida como Ram, una marca mucho más sólida en México, con versiones que van desde chasis cabina hasta la equipada Laramie, seguramente tomará una rebanada más importante del pastel.
Con logotipos chinos llegan vehículos que buscan pelear el mercado de las pickups de doble cabina, como la ya mencionada Changan Hunter, en nueva generación, con buen equipo, turbo y potencia. La lista sigue con la JIM Remax Clasica; la JMC Vigus; la Foton Tunland E5 y Poer, la marca dedicada a las pickups de GWM.
Será muy difícil para los chinos conquistar clientes que tiene su lealtad firmemente ganada por Nissan desde hace muchas décadas, pero esto no significa que sea imposible. Su control de costos es mayor que el de cualquier otro país productor de vehículos y, vamos, si hay algo importante para un empresario, de cualquier tamaño, es controlar sus costos. Si una o más de esas pickups chinas logra mostrar fiabilidad con el tiempo y, más importante aún, un buen servicio post venta, la gran rebanada del pastel que sostiene Nissan en sus manos puede verse mermada.
Además, el ataque que recibe en ese segmento por tanto tiempo olvidado, vendrá también de otra nipona, cuando Mazda comience a comercializar la BT50, de origen Isuzu. Recordando que justo las japonesas son las que más dolores de cabeza han producido a la líder.
Sí, Nissan tiene un liderazgo tan sólido ahí que no lo debe perder. Además del producto, la empresa tiene armas como el financiamiento y una muy amplia red de ventas y servicio. El detalle es que al ya no estar sola, debe ponerse las pilas y no menospreciar a ningún rival, porque la soberbia es la receta más rápida para el fracaso, incluso cuando eres tan líder que perder esta posición, esté en chino.
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