Los ataques contra la Fiscalía
El viernes 21 de junio, un día caótico en materia de seguridad por los ataques contra miembros de la Fiscalía del Estado de Jalisco, coincidió con una gira del gobernador Enrique Alfaro Ramírez en Chicago, Estados Unidos. Desde allá, el mandatario se hizo presente mediante mensajes en sus cuentas de redes sociales, pero después de la muerte de dos elementos de la dependencia y la balacera que tuvo lugar en Tlajomulco, se aguardaba su regreso y su mensaje.
Alfaro Ramírez estuvo en las instalaciones de la Fiscalía este lunes 23 de junio y en su discurso subrayó: “el Gobierno de Jalisco no permitirá que la delincuencia organizada someta a las instituciones públicas de la Entidad y tampoco agachará la cabeza”.
Pasa como discurso, sobre todo pronunciado ante trabajadores de la Fiscalía y a un lado del fiscal Gerardo Octavio Solís. Pero vistas las cosas con más detenimiento, se concluye que se necesita mucho más que palabras.
Solís Gómez mismo aceptó ayer que el viernes pudieron evitar “entre 10 y 15 ataques más” contra elementos de la Fiscalía. Toda una revelación. ¿De qué tamaño es el enemigo de la Fiscalía? ¿Cuáles son los motivos detrás de una ofensiva de ese nivel? Falta que Solís Gómez defina con más precisión el número de ataques que fueron descubiertos y frustrados, porque de 10 a 15 hay un margen muy amplio.
¿Cómo es que los atacantes eligen a sus objetivos? ¿Por jerarquía, por tareas, por venganza personal? ¿De dónde surge la información que permite localizarlos en su domicilio?
Las preguntas, naturalmente sin respuesta, sólo pretenden demostrar la complejidad de una trama en la que deben estar involucradas muchas personas y además, con recursos abundantes para enfrentar nada menos que a la Fiscalía estatal.
El tema es grave.
Al visitarlos ayer, el gobernador Alfaro Ramírez también dijo a los presentes que la dependencia tendrá todo su respaldo para tener las mejores condiciones para hacer su trabajo. Este punto es fundamental.
Desde el inicio de la gestión del fiscal Solís Gómez, el coordinador del gabinete de Seguridad, Macedonio Tamez Guajardo, ha denunciado públicamente que se recibió una Fiscalía en total desorden y sin capacidad de operación. Es también conocido, porque así lo manifestó el gobernador Enrique Alfaro, que las carpetas de investigación y las estadísticas de trabajo y delitos, se manipulaban arbitrariamente.
A la fecha, la Fiscalía carece de muchos recursos: económicos, humanos, materiales, para hacer el trabajo que la realidad demanda.
“Quiero que los jaliscienses sepan que este Gobierno no va a entregar el Estado. No lo vamos a permitir (…), lo que vimos el viernes no es más que el final de una historia muy larga que en Jalisco hemos sido testigos desde diferentes trincheras y momentos. Esto debe obligarnos a hacer una reflexión seria y profunda de lo que tenemos que hacer y dónde estamos parados”.
Esas son las palabras del mandatario.
En los hechos, lo primero y más urgente es dotar a la Fiscalía de la capacidad indispensable para responder a la amenaza que tiene encima.