Ideas

Lo que viene

Como mencionaba en mi artículo anterior, para entender lo que viene es necesario comprender el contexto de donde venimos. La crisis provocada por la pandemia cambiará la naturaleza y los procesos de muchos fenómenos que ya venían sucediendo. Por ejemplo, la globalización, el entorno geopolítico y la migración. Según múltiples estudios, la globalización ha beneficiado al mundo, especialmente a las poblaciones de los países en vías de desarrollo al permitirles acceso a los mercados internacionales. Esto a su vez, impulsó la generación de empleo, el crecimiento económico y la disminución de la pobreza. 

Pero estos no fueron los únicos beneficiados. La globalización también ha favorecido a las corporaciones multinacionales, sus accionistas y a todas las bolsas de valores. Sin embargo, perjudicó las haciendas públicas, el medio ambiente y la desigualdad económica, así como el desempleo en algunas industrias, principalmente en los países desarrollados. La principal variable que impulsó a la globalización fue la competitividad, esta se puede lograr a través de mayor productividad. Sin embargo, ese no fue el incentivo de los directivos de empresas para moverse a otras naciones. Las corporaciones migraron a países en vías de desarrollo en donde los costos por unidad producida eran menores, sin importar la productividad. 

En estas naciones la competitividad se logró, entre otras, a costa de: 1) sueldos bajos de los trabajadores; 2) inexistencia de leyes medioambientales o con bajo o nulo cumplimiento; 3) apoyos y exenciones fiscales; y 4) manipulación de la moneda. Algunas corporaciones multinacionales, para bajar aún más los costos de producción llegaron a extremos de contratar a menores de edad. Ejemplos hay muchos, Nike, Apple, Samsung, Microsoft, Nestlé, Hershey’s, H&M, la lista es larga. 

Pero hay más. Como mencioné anteriormente, la globalización también contribuyó a disminuir la recaudación de las haciendas públicas. El proceso globalizador ayudó a que los servicios financieros avanzaran a un ritmo mayor que el comercio internacional, facilitando así, el crecimiento de los llamados offshore (paraísos fiscales). Esto habilitó a las empresas multinacionales para escoger sus domicilios fiscales independientemente de los países en donde producían y vendían sus productos disminuyendo la base gravable, aumentando aún más sus utilidades. Para darnos una idea del tamaño y sus implicaciones, comparto algunos ejemplos: 1) La ciudad de Zug, en Suiza, tiene 27 mil habitantes y empresas registradas, una por cada habitante; 2) Las corporaciones estadounidenses eluden alrededor de 90 mil millones de dólares en impuestos sobre la renta al año al trasladar las utilidades a subsidiarias que son a menudo un apartado postal en paraísos fiscales; 3) Las corporaciones estadounidenses tienen 2.1 trillones de dólares en ganancias en el extranjero, mucho en paraísos fiscales que no han sido gravados en los EU y; 4) Apple ganó 74 mil millones de dólares entre 2009-2012 en ventas mundiales (excluyendo EU) y no pagó casi nada en impuestos a ningún país (según, Americans for tax fairness).

La reducción de costos, el aumento de la base de consumidores y la evasión fiscal (legal), todos estos logrados gracias a la globalización, mejoró el rendimiento económico de las corporaciones. Parte de los ahorros se transfirieron a los consumidores, sin embargo, la mayor parte se ha quedado en las empresas, aumentando sus utilidades. En el siguiente artículo completaré el contexto histórico y sus efectos en la desigualdad, así nos acercamos más a comprender “lo que viene”.

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