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Llegó el segundo título y la revancha para Charros

El escuadrón jalisciense logró finalmente el anhelado segundo título de campeón y de paso cobró revancha de la afrenta sufrida en la campaña 2014-2015, cuando en su regreso a la Liga Mexicana del Pacífico LMP, debió guardar para mejor ocasión sus ansias de obtener la corona y permitir de forma por demás penosa que fuesen los Tomateros de Culiacán los que se llevaran el título, originando una rivalidad que hoy prevalece y con seguridad irá en aumento tras haber Charros impedido a los dirigidos por el polémico Benjamín Gil conquistaran su anhelado tricampeonato.

Un título que quizá se le pueda considerar hasta cierto punto inesperado para Charros de Jalisco que, en honor a la verdad, transitó con bastante dificultad la agenda ordinaria, siendo que en otras campañas había conseguido por mucho mejores números y había lucido mayormente consolidado en relación a lo realizado en el certamen que recién concluyó, en el que los pupilos de Roberto “Chapo” Vizcarra enfrentaron situaciones complejas desde antes de arrancar el torneo cuando se llegó a poner en duda su participación en la competencia dados los problemas administrativos que hubo de enfrentar la organización, para posteriormente, ya inmersos en la contienda, batallar con lesiones, bajas de juego, y hasta ausencias por la pandemia.

Por ello habrá que dar especial mérito en este logro a la nueva directiva encabezada por su presidente ejecutivo Iñigo González Covarrubias, que acertadamente optaron por preservar prácticamente íntegro al staff técnico encabezado por el Gerente deportivo Raymundo Padilla soportando la labor del mánager Roberto Vizcarra, manteniendo además la base de peloteros, que hoy merecidamente han alcanzado el título gracias al esfuerzo, la perseverancia y la pasión, que dejaron en el diamante.
Y es que, no se puede dejar de señalar que Tomateros fue un duro y sólido rival que luchó intensamente y mantuvo en jaque a los albiazules campiranos jaliscienses al grado tal de llevar la serie al séptimo cotejo, habiendo resultado una Final altamente disputada entre dos adversarios aguerridos que dejaron la pasión en el parque de pelota.

En ese contexto, se llegó a la última instancia y fue entonces que emergió la figura del lanzador zurdo Brennan Bernardino, quien cumplió sublime actuación durante ocho entradas dejando con solo una anotación y cuatro hits a la poderosa artillería culichi, para merecidamente agenciarse la distinción como el Jugador Más Valioso de la serie final, cerrando con broche de oro el taponero estelar Roberto Osuna.

En el recuento de la campaña, la balanza es positiva para peloteros como José Manuel “Manny” Rodríguez, Agustín Murillo, Amadeo Zazueta, Félix Pérez, Dariel Álvarez, José Juan Aguilar, Orlando Lara, Christian Villanueva y hasta Japhet Amador, quien entendió debía sacrificar su lucimiento personal por el bien del equipo, así como para figuras noveles como Misael Rivera, Jared Serna, Agustín Ruiz, Alejandro Osuna y Julián Ornelas. Y qué decir del gran desempeño de los pitchers Orlando Lara, Javier Solano, Roberto Osuna, Alemao Hernández, Alexandro Tovalín, quienes respondieron adecuadamente; y aunque en menor medida también aportaron los refuerzos Jared Wilson y Esteban Quiroz, por más que hay varios peloteros que por razones diversas quedaron a deber.

Lo que sigue para Charros será reforzarse adecuadamente para encarar su siguiente reto que es la participación en la Serie del Caribe, sin que el equipo sea desdibujado -como ya ha ocurrido con otros conjuntos mexicanos en anteriores ediciones-, mantener el ánimo en todo lo alto para llegar con la pasión encendida y el corazón por delante, y luchar para ganar el título caribeño y posteriormente no descansar; revisar, evaluar, valorar, hacer autocrítica, corregir errores, aprender también de las victorias y de los aciertos para mejorar y para que la próxima campaña sea la del ansiado bicampeonato.

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