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Llega el encono a Morena en Jalisco

Al igual que el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sigue buscando culpas por su revés electoral del pasado 6 de junio y ahora embistió contra los clasemedieros, a los que llamó “individualistas”, “sin escrúpulos” y “aspiracionistas” (sic), los y las dirigentes de Morena en Jalisco, sus ex candidatos y ex candidatas, ganadores y perdedores (que por cierto fueron los más afectados por el explosivo voto de castigo jalisciense contra AMLO por su afán de polarizar el país) no sólo culpan a extraños, sino que se están dando hasta con la cubeta entre ellos, con señalamientos unos contra otros y que son la muestra más clara de la falta de solidez institucional del partido del Presidente en Jalisco, que del 2018 al 2021 perdió 700 mil votos.

El más reciente choque interno en Morena Jalisco se dio ayer que la diputada federal electa por el Distrito 11, la ex priista y morenista desde el 2018, Claudia Delgadillo, circuló una carta a la opinión pública en la que respondió a su delegada Yeidckol Polevnsky, y al ex candidato a Guadalajara, Carlos Lomelí, por las acusaciones que le lanzaron de haber traicionado a Morena y haber pedido voto cruzado a favor de candidatos del partido Movimiento Ciudadano.

“A pesar de que fui de las pocas aspirantes que logré sacar la cara por Morena en el estado, yo sí gané mi encomienda y aporté un buen número de votos para el proyecto de Morena, ahora he sido víctima de acusaciones infundadas que quienes acusan tendrán que probar”, advierte Delgadillo además de anunciar que llevará el caso a la dirigencia nacional morenista.

Pero este no ha sido el único sobresalto interno. Al día siguiente de la elección, cuando salió a aceptar su derrota, el ex candidato de Morena a Zapopan, Alberto Uribe, también acusó la falta de estructura y organización, así como apoyos de su partido al grado de afirmar que en Jalisco no existía ese instituto político. Yeidckol le replicó que le habían dado dos millones de pesos, lo que terminó de dinamitar la relación con ella y con el propio Lomelí, con el que Uribe tuvo fuertes encontronazos antes y durante la campaña.

Del lado de las y los ganadores morenistas que gravitan en torno a la figura de Alejandro Peña, enviado por el círculo cercano de López Obrador desde la fundación de Morena a Jalisco, negaron que falte estructura de ese partido en el estado y prueba de ello era que su partido ganó casi una tercera parte de los distritos federales y municipios tan importantes como Tonalá, Puerto Vallarta, Ciudad Guzmán y Zapotlanejo, donde, dicen, los candidatos no partieron ni despreciaron a los equipos morenistas como aseguran pasó en Tlaquepaque, Zapopan y en Guadalajara, “donde patearon a la estructura”. A Lomelí le reprochan querer seguir controlando al partido luego de cuatro elecciones perdidas. A esas críticas, los candidatos perdedores responden acusando a Peña de haberlos dejado sin estructura electoral para concentrarla sólo en los distritos y municipios a su cargo.

En una charla que tuve con él en MVS Noticias Jalisco, Sergio Chávez, también ex priista y el único candidato de Morena que ganó en la Zona Metropolitana en Tonalá, reconoció que hubo muchas divisiones internas en su partido y que faltó hacer “mucha política” para haber hecho un verdadero equipo entre todos los candidatos morenistas.

Es el Morena en el encono que quedó en Jalisco luego de la elección del 6 de junio.

jbarrera4r@gmail.com

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