Ideas

Leyendo entre líneas

Existen pocos personajes cuya opinión pesa en la sociedad, son escuchados por quienes son y por lo que representan. Carlos Slim es uno de ellos. Es el hombre más rico de México y de los más ricos del mundo. Ejerce un liderazgo incuestionado entre los empresarios del país y es, sin duda, interlocutor con políticos y personalidades relevantes del planeta. Sus palabras, por lo tanto, deben ser analizadas para encontrar el propósito que encierran. No tan solo lo obvio, sino lo que deslizan entre líneas, como mensajes encriptados para determinados lectores: “Te lo digo a ti, Juan, para que lo entiendas, Memo”. De ahí, la relevancia de la rueda de prensa a la que convocó hace unos días. Tratándose de él, es inevitable pensar en las segundas intenciones. ¿Por qué ahora, a unas semanas de las campañas políticas, en la sede de la fundación que lleva su nombre, y rodeado de sus asesores, a los que consultó con frecuencia? 

Los temas abordados no tienen desperdicio. Habló de su relación comercial con el Gobierno, de la que se dijo poco beneficiado. Raymundo Riva Palacio, destacado periodista, opinó distinto unos días después, señalándolo como el empresario del régimen. Slim dijo que su relación con el Presidente es muy buena, pero que no le ha obsequiado su petición para participar en el negocio televisivo; como diciéndole que, “aún hay tiempo para ello”. Agregó que hablará con AMLO después de que este termine su mandato. ¿Será ajuste de cuentas? ¿Convocará a otra rueda de prensa y nos lo platicará? Esperemos (sonrisa). Aprovechó para aclarar que la tragedia en el Metro no es imputable a la empresa constructora -de su propiedad-, sino a la falta de mantenimiento; sugiriendo que, la entonces jefa de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum, “se la debe”.

Reconociendo la calidad técnica de los ingenieros militares -cuidando su relación con el Ejército-, les dijo que su lugar es el cuartel y que son muy malos empresarios. Por cierto, congratulaciones en este día a los miembros de nuestras Fuerzas Armadas. Acentuó el valor de un sistema político en el que exista equilibrio entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Felicitó, entre líneas, a la presidenta de la Corte, con la que el primer magistrado de la nación tiene pleito casado. Ilustró a los políticos sobre lo que deben hacer para que México logre un desarrollo económico y social igual a los de los países de primer mundo, subrayando la oportunidad que representa para nuestra nación la regionalización de las economías y la proximidad con los EUA (nearshoring). Aprovechó para recordarle a López Obrador que -a Slim- le fue ofrecida la candidatura a la presidencia, pero la desestimó. 

En fin, el Sr. Slim dictó una cátedra, pasó facturas y preparó el terreno para futuras negociaciones comerciales con el Gobierno. Échale un ojito a la conferencia y descubre el juego de los intereses. En política, como en la vida, las palabras no necesariamente corresponden con las intenciones. Piensa mal y acertarás.

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