Ley de oferta y demanda en la industria de vinos y licores
En la definición de los precios de estas bebidas inciden muchos aspectos, no sólo los costos de la materia prima, insumos y procesos, sino también la moda o ser promocionadas por alguna celebridad
Seguramente nos hemos preguntado cómo se define el precio de una botella de vino o licor; lo primero que se nos viene a la mente es el precio de los elementos que lo conforman (materias primas, insumos, proceso, impuestos), más los costos fijos y variables, además de la utilidad del productor; sin embargo, aun cuando esto en principio es cierto, tenemos que analizar más a fondo temas importantes que llegan a representar elementos “subjetivos” que elevan el costo de una botella hasta cien veces su precio de venta.
Para esto y de manera práctica, la valuación de un producto de alguna categoría (vino, tequila, whisky), incrementa o decrece su precio al analizar la demanda actual del mercado y proyectándola al futuro, con esto el fabricante prevé costos de los insumos futuros (agave, uva, botella, etc.), además de su capacidad de producción e inflación, entonces, si el agave va bajando el precio del kilogramo, y además su fábrica tiene una capacidad instalada al 60%, lo más probable es que el precio de su producto tienda a bajar (o mantenerse).
También hemos visto en la historia comportamientos extraordinarios, sólo que no son fácil de percibir porque suceden en lapsos grandes de tiempo; por ejemplo, si nos remontamos a los años 70, las bebidas alcohólicas más vendidas en México eran las categorías de Ron y Brandy (con el 80% del mercado), en ese entonces una botella de estos productos costaba el doble que el tequila Herradura (que se vendía poco), y era un hecho que el costo del tequila era superior al de ron y brandy; sin embargo, debido a la gran demanda de Brandy y Ron, éstos subieron sus precios. Con el tiempo, ha pasado lo contrario, hoy Herradura (y demás marcas famosas de tequila) cuestan el doble o más que dichas categorías líderes de antaño (y ahora de regreso de nuevo), así es como esto se comporta.
Para llegar a ser un “producto de culto” (que siempre crece su precio y su demanda es constante, volviéndose aspiracional), es necesario invertir en mercadotecnia,
cero promociones, controlar la producción/oferta, debiendo ser igual o menor que la demanda; casos como éste, por ejemplo el Whisky Macallan, que siempre controla estos aspectos, y así tenemos que whiskys de añada (25, 50 años, etc.) llegan a valer hasta varios millones de pesos, pero no sólo estos “productos raros” son de culto, también hemos visto tequilas blancos (más en Estados Unidos), que al no poder abastecer la demanda, nivelan su oferta con precios excesivos no teniendo ninguna prisa de incrementar su capacidad productiva.
Muchas gracias