Ley Olimpia
En doce estados del país opera la Ley General de Acceso de la Mujeres a una Vida Libre de Violencia, conocida como Ley Olimpia, gracias a Olimpia Coral Melo, que cuando tenía 18 años en 2012, prendió la mecha de una bomba digital en la que se le exhibía con su novio en tórrido romance. El escándalo fue mayúsculo en el pueblo mágico de Huauchinango, en la Sierra Norte de Puebla, su lugar de origen y residencia. Su vergüenza y arrepentimiento por haberse dejado filmar fue tal que estuvo al borde del suicidio, pero en lugar de eso, inició una revolución mediática para que se expidiera una Ley que protegiese a la mujer contra los ataques cibernéticos, para que se reconozca la modalidad de violencia digital.
Fueron 6 años de ardua lucha, hasta que, en diciembre de 2018, una legisladora de Puebla promovió las reformas al Código Penal para tipificar los delitos de violación contra la intimidad sexual, con pena de tres a seis años de prisión.
En Jalisco se ha avanzado en esta materia, con la tipificación de delitos como el “grooming” y el “sexting” y se destinaron para el año próximo 200 millones de pesos para los programas Fuerza Mujeres y Emprendedoras de Alto Impacto, de la Secretaría de Igualdad Sustantiva Entre Hombres y Mujeres (SISEMH), que promoverán acciones conjuntas con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONADEVIM).
La Ley Olimpia se publicó el 1 de febrero de 2007 con el nombre de Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que ha sido reformada constantemente de acuerdo a la realidad social y necesidades del país. Por primera vez se definieron los tipos de violencia psicológica, física, económica, patrimonial y social para dejar claro que la violencia no necesariamente produce lesiones físicas.
La Ley General de Acceso a una Vida Libre de Violencia, es de observancia general en toda la república, es de orden público y de interés social y tiene por objeto establecer la coordinación entre la Federación, las Entidades federativas y los Municipios para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, ya que en un alto porcentaje preceden a los feminicidios, que en lo que va del año ya suman 28 en Jalisco.
La lucha de las mujeres por equipararse con los derechos de los hombres en México se inició a mediados del siglo pasado al obtener el derecho a votar y continúa para lograr los principios de igualdad y no discriminación laboral, pues por la noble función de la maternidad, se continúa favoreciendo la contratación del sexo masculino; pero también hay discrepancia en la remuneración salarial que el Inegi señala es un 15% menos para las mujeres.
La violencia contra las mujeres no únicamente es física y psicológica, también es familiar, laboral, docente, económica, patrimonial y sexual.
Hay mucho camino por recorrer, falta concientizar al sexo masculino para que controle el “machismo” y apoye al sexo femenino que tanto amamos.