Levantar la mirada para ver el viento a favor
Muchos aspectos de la economía global y la geopolítica favorecen ahora a México. Luego del enorme impacto de la pandemia en todo el mundo, las fuerzas económicas y políticas se han realineado profundizando el perfil de los bloques regionales.
En Asia, China emerge como potencia y amenaza a las naciones como Japón, Corea, Taiwán y Australia que compactan sus posiciones para resistir su expansión económica, tecnológica y militar.
En Europa, los bloques han quedado claramente definidos luego de la invasión de Ucrania: por una parte Rusia y sus aliados, y por la otra el eje formado por Alemania, Reino Unido y Francia a la cabeza; mientras en el continente americano la hegemonía de los Estados Unidos se abre a nuevas perspectivas enfocadas a fortalecer primero la región norteamericana y luego todo el continente, para contener influencias externas. Los bloques se definen claramente por intereses económicos y militares, dejando en segundo plano las ideologías.
México durante las últimas décadas se dedicó a construir una economía abierta al comercio global, forjando un aparato industrial cada vez más robusto que le llevó a convertirse en el primer socio comercial de Estados Unidos, y a ser un jugador en el comercio internacional. Esto trajo como consecuencia que el consumo de las mercancías procesadas en México se expandiera en el mundo, incluyendo nuestra moneda como referencia comercial.
Por otra parte, durante décadas la población mexicana ha venido disminuyendo el ritmo de su crecimiento, pasamos de tener 4 hijos promedio por pareja a menos de dos en solo tres décadas y la edad promedio ahora ronda los 26 años. Somos un país joven con población estable, una circunstancia única en siglos. Esto trajo una disminución de la migración hacia los Estados Unidos y ahora mismo nos estrenamos como una nación que tiene una incipiente, pero constante ola de inmigración.
Como quiera que sea, se ha formado una clase media mexicana, que si bien es aún pequeña en relación con el tamaño del país, debido a la enorme desigualdad, se ha convertido en un motor de desarrollo efectivo que además, recibe continuamente el impulso de un flujo importante de remesas de parte de una población de más de 20 millones de mexicanos activos en Estados Unidos, cuya importancia para México es cada vez mayor en todos los sentidos.
Somos un país de migrantes, tenemos decenas de compatriotas en el exterior y aquí viven más de un millón y medio de personas de otras nacionalidades. Somos además una democracia estable, a pesar de todos los defectos de nuestra transición, que da muestras de madurez en el manejo de las cuestiones públicas de mayor calado. Qué distingue una serie de temas de Estado como parte de un legado intocable que es apreciado por los grupos que dirigen la economía, la política y las finanzas, y que la opinión pública considera intocables.
En las últimas décadas, el juego político está enfocado en discutir cómo hacer las cosas con un amplio consenso respecto a cuales son los objetivos de fondo. El debate de qué somos ha dado su lugar al de cómo y con quien hacerlo. La alternancia democrática se ha instalado en el inconsciente colectivo. Esto tiene gran valor en un mundo cada vez más agitado en su ruta de incertidumbre constante.
Con estas condiciones México adquiere atractivo como una nación en proceso de desplegarse al interior y con una integración cada vez más sofisticada con Estados Unidos y Canadá que opera más allá de las coyunturas. La perspectiva también es positiva como destino de las inversiones si consideramos el mercado interno y la plataforma que tenemos hacia Norteamérica.
Los desafíos en materia de seguridad y respeto al estado de derecho constituyen las barreras más complejas de superar, y sin embargo, al convertirse en un problema de alcance regional exige respuestas también conjuntas. El caso del fentanilo y el tráfico de armas es el caso más evidente. Los años por venir serán determinantes para aprovechar el viento a favor que sopla y tener claro que hay una oportunidad para avanzar, cómo quizá no se había presentado en muchos años.
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