Lemus, el invicto
Faltaban 17 días para que iniciaran las campañas electorales del 2021 cuando vino la sorpresiva renuncia de Ismael del Toro, “El Pope”, a la candidatura del partido Movimiento Ciudadano (MC) por la alcaldía de Guadalajara, con la que buscaba su reelección en ese cargo que había desempañado los últimos dos años, y que lo ponía en la antesala de ser el candidato naranja para suceder a Enrique Alfaro, de quien era su principal operador político.
Ese retiro insospechado que el ex alcalde tapatío atribuyó a motivos familiares y despertó especulaciones al por mayor, movió el tablero, los escenarios y los equilibrios políticos del bastión emecista nacional para siempre y abrió la puerta a un ya enrachado Pablo Lemus.
Ex dirigente del Centro Empresarial de Jalisco, Lemus aceptó la candidatura de Zapopan por MC, misma que ganó en la primera ola naranja que catapultó la figura de Enrique Alfaro cuando ganó la alcaldía tapatía y tres años después la gubernatura de Jalisco en su segundo intento.
Desde el primer año de su reelección como alcalde de Zapopan en el 2018, Lemus externó su deseo de ser gobernador, algo que no cayó muy bien en la nomenclatura naranja que veían esa candidatura asegurada para “El Pope”. Eso quedó claro cuando en el primer reparto de candidaturas a Lemus lo postularon como candidato a diputado plurinominal local y le negaron la candidatura a Guadalajara que le disputó abiertamente a Del Toro.
Pero a Lemus le seguía sonriendo el destino y la candidatura por la que peleó finalmente quedó en sus manos, aunque por no ser el favorito ni parte del círculo más íntimo del alfarismo, muchos cercanos a Pablo temían que desde dentro del Gobierno y de las propias estructuras del partido naranja se jugara en su contra o hubiera brazos caídos para hacerlo perder la contienda y sacarlo desde ese momento de la carrera por la candidatura a la gubernatura.
Lemus mostró oficio político y logró los apoyos internos necesarios para continuar su buena racha y, luego de dos trienios en Zapopan, llegar a gobernar la capital jalisciense.
Si la candidatura a la alcaldía de Guadalajara le llegó cuando ya la había perdido, Lemus tuvo que navegar contra corriente para conseguir la postulación para buscar suceder a Alfaro, de quien nunca fue su carta predilecta y quien prácticamente lo vetó luego de que llamó “arrastrados” a los emecistas que acudieron a la marcha contra la FIL en noviembre de 2022, en pleno pleito del gobernador con el finado Raúl Padilla.
El apoyo decidido del creador y dueño de la franquicia naranja, Dante Delgado, por haber punteado siempre en las encuestas preelectorales, lo ayudo a sortear las resistencias del emecismo local y conseguir la postulación que ganó el pasado 2 de julio, pese a la ola guinda que desplazó a MC de la mayoría en el Congreso local, del senado y de las diputaciones federales.
En la parte que le toca, el emecismo retuvo Guadalajara y Zapopan, que gobernó Lemus. Ahora sólo le falta mantener lo invicto en los tribunales electorales para sumar seis años más a su trayectoria en el poder, y llegue así con una racha de 15 años a disputar la candidatura presidencial del 2030 en la que seguramente él y muchos de sus allegados ya piensan.
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