Las tres gracias
Desde la escultura romana de “Las tres gracias” datada en torno al siglo II a. C., hasta la de Cánovas, pasando por las pinturas de Rafael y Rubens, el tema ha sido permanente tanto en los talleres escultóricos como en los pictóricos, estas tres figuras suelen representar la abundancia del amor, del arte, de la belleza.
Ahora en México tenemos también “tres gracias” contendiendo por una especial candidatura, pues de obtenerla podría llevar a la elegida a ser la primera Presidente mujer de este país. Las gracias griegas se llamaron Eufrósine, Talía y Áglae, las nuestras son Claudia, Lilly y Beatriz.
La de mayor experiencia, edad y logros es Beatriz, quién debe competir con Lilly, la más joven pero muy apoyada por los partidos de centro y derecha, y seguramente por el empresariado. Claudia es la más seria de la triada, tiene también una larga experiencia y ha sobrevivido al Gobierno de Entidades especialmente conflictivas.
Juventud, experiencia o seriedad. Beatriz está en los setenta años. Claudia es del 62, y Lilly anda en los 56, aunque bien cuidada. Beatriz Paredes es sin duda una de las grandes señoras de la política mexicana y un baluarte del PRI, con un largo currículum en la escena política nacional y en la internacional.
Claudia ha sido una permanente militante de izquierda aún por herencia familiar, sus padres fueron activistas en el movimiento del 68. Su currículum es académico y de alto rendimiento. Es la primera mujer en hacer un doctorado en ingeniería con una tesis de enorme actualidad: “La energía en el uso doméstico”. Por años abocada a la docencia y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, es egresada también del Colegio de México. Ya de estudiante formó parte del CEU de la UNAM, brazo juvenil fundador del PRD, y ha colaborado con Andrés Manuel desde el año 2000.
Lilly es periodista, hizo toda una carrera en TV azteca, pero ya antes, en su natal Sonora realizó trabajos de investigación sobre el impacto ecológico de pesticidas en el sur de su Estado, mismo que le valió el Premio estatal de periodismo en 1992. Ingresó a la política por medio de Morena, a cuya bancada perteneció desde 2018. Hay otra periodista que pasó del espacio televisivo al medio político, la actual reina de España, también el desafortunado y sufrido Volodimir Zelenski hizo el mismo giro.
De nuestras “tres gracias”, sólo Beatriz ha sido permanentemente fiel a un solo amor, Claudia migró del PRD a Morena, y Lilly pasó de Morena al PAN. Beatriz es socióloga, Claudia es ingeniera, y Lilly periodista. Las tres han mostrado una enorme actividad política y evidente compromiso por las causas sociales. Beatriz ha ocupado casi todos los cargos del escalafón público: diputada estatal, diputada federal, senadora, gobernadora, dirigente de la CNC, presidente nacional del PRI, embajadora, solo un puesto le falta, y tal vez la edad no sea precisamente un obstáculo, sólo que está en el mismo barco que Lilly.
Ciertamente existe una fuerte propensión cultural que favorece la presencia de una mujer en el Ejecutivo federal. Desde hace décadas que este cargo, a nivel estatal, ha sido ocupado por diversas mujeres, desde los tiempos de Griselda Álvarez, tapatía de nacimiento, y primera mujer en ser gobernadora de un Estado, Colima. ¿Serán ya tiempos de gracia para alguna de estas contendientes? Bueno, primero deberán ganar la candidatura, y tal vez de eso dependa el que la contienda del próximo año sea básicamente entre damas.