Las prioridades del gasto de Alfaro
Justo en la semana que se confirma que Jalisco vive una crisis grave por desaparición de personas, develada ahora por el doloroso caso de Eduardo Salomón Puertos Gaytán, el gobierno que encabeza Enrique Alfaro Ramírez decidió que era buena idea darle 25 millones de pesos al piloto de autos de Fórmula Uno, Sergio Pérez, con el pretexto de promocionar el estado.
Esta decisión, que puede parecer pequeña e intrascendente, ha generado diversas reacciones, en su mayoría de desaprobación, pues muestra que las prioridades del actual gobierno son para asuntos banales o del entretenimiento y no para atender las prioridades de la sociedad jalisciense.
Es pertinente aclarar que el monto que se pagará al piloto Sergio Pérez, más de la mitad (13 millones de pesos), corresponde a una dependencia del Poder Ejecutivo estatal: la Secretaría de Turismo de Jalisco. El resto corresponde al Fideicomiso de Turismo de la Zona Metropolitana, que aportará 3.5 millones de pesos (mdp); el Ayuntamiento de Guadalajara con 2.5 mdp; y el Fideicomiso de Promoción Turística de Puerto Vallarta con 6 millones de pesos.
Seguramente desde el Ejecutivo estatal se tratará de justificar este pago (donativo) que se entrega al piloto de autos como una “inversión” en promoción del estado en los países donde se celebra el circuito internacional de automovilismo.
Y aunque así fuera, aquí en el estado existen múltiples problemas que aquejan a la sociedad jalisciense que reclamarían mayor atención presupuestal. El primero de ellos es la atención a la crisis por desaparición de personas y la crisis de identificación de cuerpos en los servicios forenses a cargo del gobierno del estado.
Si bien las agencias estatales encargadas de buscar e investigar las denuncias por desaparición de personas, han aumentado su presupuesto en esta administración, necesitan más recursos para atender las demandas de las familias que tienen desaparecidos, como son la contratación de más ministerios públicos, policías investigadores, peritos forenses o genetistas que puedan acelerar los trabajos tanto de búsqueda en vida de personas desaparecidas, como la identificación de cuerpos que siguen en la lista de espera en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.
Seguramente desde el Ejecutivo estatal se tratará de justificar este pago (donativo) que se entrega al piloto de autos como una “inversión” en promoción del estado en los países donde se celebra el circuito
Si los 25 millones de pesos que se donaron al piloto Sergio Pérez se asignaran a la Comisión Estatal de Búsqueda, permitiría crecer 63 por ciento el presupuesto de esta agencia; o ayudaría a fortalecer las necesidades de contratación de personal que tiene la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, que ahora tiene asignados 109 millones de pesos.
Todos los colectivos de familiares de personas desaparecidas en Jalisco han reclamado, siempre, más recursos humanos y financieros para llevar a cabo las tareas de búsqueda de personas de manera adecuada y eficiente. Por desgracia, la búsqueda de personas y la identificación de cuerpos no son los únicos problemas que afectan a la sociedad jalisciense.
El donativo de 25 millones de pesos al piloto Sergio Pérez es más necesario en el combate al feminicidio y violencia machista; a la protección y cuidado de la niñez; o en las tareas para atender las zonas de devastación ambiental, como el corredor industrial en torno al Río Santiago. Hay mil asuntos prioritarios que atender antes de donar 25 millones de pesos a un corredor de autos, por más famoso que sea.
Este donativo destinado a asuntos de entretenimiento, aunado al gasto no prioritario del fondo de emergencia Covid de la Secretaría de Desarrollo Económico, por ejemplo en cafés, tóner, lonches o papel higiénico, muestra un gobierno que no sólo no prioriza el escaso dinero público, sino que lo descuida o despilfarra.
Por si fuera poco, aumenta la tendencia de la actual administración estatal a deslindarse de la operación directa de funciones de gobierno, como el mantenimiento de carreteras, para entregarlas a empresas privadas mediante contratos multianuales.
En conjunto, se tiene a un gobierno que descuida el gasto en los asuntos prioritarios que afectan a los jaliscienses, mientras malgasta los recursos y despilfarra en contratos privados que podrían ahorrarse. En perspectiva, el gobierno de Alfaro se parece más al gobierno descuidado y despilfarrador de Emilio González Márquez que regaló miles de millones de pesos en donativos y subsidios a televisoras, asociaciones civiles de corte conservador, a organismos patronales o empresas privadas y hasta al Santuario de los Mártires, aunque al final el reclamo social obligó a ese gobierno a cancelar el donativo para el recinto religioso. Ojalá ahora ocurra lo mismo y el reclamo ciudadano obligue al gobierno a cancelar el donativo al piloto de autos.
rubenmartinmartin@gmail.com