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Las dos Coreas, el conflicto sin fin

Tras 29 años, Corea del Norte hospedó nuevamente un partido de futbol contra sus vecinos de Corea del Sur, en un encuentro marcado por la tensión histórica que viven ambas naciones asiáticas, enfrentadas y en guerra desde 1950, y que sólo en fechas recientes han hecho tímidos intentos de acercamiento.

El partido, correspondiente a las Eliminatorias de Asia rumbo al Mundial de Qatar 2022, contó con fuertes medidas de seguridad del gobierno norcoreano, a tal grado que sus vecinos y el resto del mundo no tuvieron la información en tiempo real sobre las incidencias del encuentro hasta que finalizó (por cierto, empataron sin goles). El gobierno de Pyongyang decidió no transmitirlo en vivo, ya que la política del régimen comunista norcoreano es retransmitir los partidos horas o días después, dependiendo del resultado que arrojen. Tampoco se permitió el acceso a los aficionados en el Estadio Kim Il-Sung.

Las severas restricciones para acudir al partido impidieron la entrada de periodistas, directivos y aficionados surcoreanos. Para que la Selección llegara a Pyongyang, tuvieron que hacer un vuelo con escala en Beijing, China, cuando de Seúl a la capital norcoreana sólo se hacen dos horas de camino en autobús. El periodista español del diario As, Eduardo López, reportó que los jugadores de Corea del Sur, encabezados por Heung-Min Son (Tottenham), dejaron sus celulares y otras pertenencias en China para poder ingresar a Corea del Norte.

Estos incidentes reflejan la dolorosa convivencia entre ambas naciones, divididas tras la Segunda Guerra Mundial, y definitivamente desgarradas tras la Guerra de Corea de los años cincuenta del Siglo XX. El Paralelo 38 (frontera entre ambas Coreas) es un símbolo de la división de miles de familias, y la transformación de dos vecinos que son muy opuestos a pesar de ser de la misma sangre: el comunismo de ideología “juche” contra el capitalismo multinacional basado en la innovación tecnológica.

Desde 2017, las dos Coreas han intentado acercarse, pero sin resultados alentadores. El problema principal radica en el potencial nuclear de Corea del Norte, país que ha realizado diversas pruebas con misiles de corto y mediano alcance que han alarmado al lado sureño. El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump y aliado de Corea del Sur, organizó diálogos desde 2018 con su contraparte Kim Jong-un, para tratar de desnuclearizar a la península asiática, pero hasta el momento no hay acuerdos significativos.

En el mundo del deporte ha habido intentos de reunificación. En los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang, Corea del Sur, en 2018, ambas naciones desfilaron juntas en la ceremonia de inauguración, y el hockey femenino presentó un equipo conformado por jugadoras del Norte y del Sur.

Cabe aclarar que ambas Coreas ya se habían enfrentado anteriormente, como en 2008 en las Eliminatorias rumbo al Mundial de 2010, pero el partido donde los del Norte debían ser sede se jugó en Shanghái, China.

Mientras que Corea del Sur ha asistido a todos los Mundiales de futbol desde México 1986, siendo su mejor resultado el cuarto lugar en la Copa organizada junto con Japón en 2002 (con polémicas arbitrales de por medio). Corea del Norte sólo ha asistido a dos Mundiales: Inglaterra 1966, donde eliminó a Italia en Fase de Grupos y cayó en Cuartos de Final contra la Portugal de Eusebio; y Sudáfrica 2010, donde perdió sus tres partidos contra Brasil, Portugal y Costa de Marfil, y los jugadores recibieron humillación pública y trabajos forzados por deshonrar al régimen por sus malos resultados.

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