Las computadoras: secuestro automotriz
El robo de computadoras de vehículos no ha dejado de ser uno de los favoritos de los delincuentes en la Zona Metropolitana de Guadalajara, especialmente en la Perla Tapatía, desde hace varios años y pese al "golpe" que la Fiscalía Estatal le dio a los criminales hace poco más de tres años.
Carlos Enrique es una de las víctimas más recientes. Apenas el martes acudió a un evento en la zona de Rectoría y cuando volvió su carro ya no encendió. Creyó que le faltaba gasolina, fue a la abastecedora y llevó el combustible hasta el auto, sin embargo, este siguió sin funcionar.
Su mecánico le dijo que lo llevara en una grúa, y al revisarlo se dio cuenta que le faltaba la computadora; reponerla tendrá un costo de alrededor de 25 mil pesos.
Esta es la respuesta de por qué, aunque continúan, los robos de polveras o retrovisores han quedado en segundo plano. El hurto de este tipo de autopartes les deja un margen de ganancia casi total, y más de 10 veces más alto que el revender un espejo retrovisor robado, que probablemente no superará los mil pesos.
Lo anterior porque además, comúnmente se opta por adquirirlas en el "mercado negro" y en la mayoría de las ocasiones es la misma computadora que robaron la que es colocada en el automotor, confirmado con número de serie.
Por ejemplo, a Susana le robaron la computadora de su camioneta en plena pandemia en la colonia Ladrón de Guevara, al cotizarla en agencia tenía un costo de 100 mil pesos; en la zona de 5 de febrero la consiguió en 25 mil, y según comprobó, era la misma. "Como te ahorras tanto dinero no te queda otra que comprarla por fuera. Es como un secuestro, pagas para que te devuelvan lo tuyo", contó.
¿Cómo funciona? En menos de dos minutos los delincuentes ya abrieron tu cofre, cortaron cables y se llevaron el aparato. Luego de ello la pieza es llevada a un inmueble denominado "central", donde se recopilan las computadoras por marca, tipo de vehículo, fecha y colonia donde ocurrió el robo para identificar más rápido la pieza cuando acudan a buscarla. Después está el intermediario, que es el vínculo entre los delincuentes y las personas que atienden en la 5 de Febrero y es ahí donde se la ofrecen al cliente.
Para que no les pongan una trampa les piden que les dejen el vehículo por algunos días, e incluso un par de semanas, luego ellos llaman para decir dónde y cuándo le entregarán el vehículo.
Ahí termina el "secuestro" luego de que pagaste el rescate por tu propio aparato, aunque también existen los casos de personas que no tuvieron el dinero para ir por la pieza de inmediato, y al pasar el tiempo le ofrecen piezas que simplemente podrían encajar, pues posiblemente la suya le fue entregada a alguien más.
¿Con qué ánimos la Fiscalía del Estado va a montar un nuevo operativo para desarticular estas redes criminales que siguen operando en la zona de 5 de febrero, si cuando decomisaron miles de computadoras en mayo de 2019 no hubo forma de devolverlas y ahora están abandonadas en una de las bodegas de la dependencia?
De los 13 mil 808 aparatos localizados en una finca de la calle Analco en Guadalajara, muy cerca de la colonia 5 de Febrero, solo cinco mil 768 pudieron ser identificados por un ingeniero de la Fiscalía, según la marca de vehículos a la que correspondían. De estos, únicamente pudieron devolverse 69 hasta el cierre de 2020. 69 aparatos en año y medio.
Aunque la dependencia aseguró que "se continuaba con la búsqueda de posibles víctimas para entregar las más posibles", desde 2019 no hay una sola publicación siquiera que haga alusión a las computadoras. ¿Qué harían con más aparatos de llegar a encontrarlos y decomisarlos? Ya no caben, joven.
La falta de estrategia de la autoridad, tanto para de desarticular las redes criminales como para devolver los aparatos decomisados en 2019, le sobra a la organización que desde hace años se ha instaurado por parte de la delincuencia en la zona de 5 de Febrero pese a diversas estrategias para "vender solo de manera legal". Al final y nuevamente, hablan más los hechos.