Las ciudades: qué dice el Censo
El Censo es un retrato de familia. Nos puede gustar o no cómo salimos en la foto, pero somos los que somos. La tía viejita sale más arrugada que hace diez años, ni modo, y el joven espinilludo y cacarizo de hace una década es ahora un adulto hecho y derecho. Algo similar sucede con las ciudades. La foto 2020 que nos muestra el Inegi con los primeros resultados del Censo habla de cambios demográficos en las principales ciudades del país que pueden ayudar a repensarnos. Valgan algunos datos como primer acercamiento.
Tijuana es sin duda la ciudad mexicana del siglo XXI. No sólo es el punto de frontera más cruzado del mundo, es también la ciudad con mayor crecimiento en los últimos años. Hoy Tijuana es el municipio más poblado del país, con cerca de dos millones de habitantes, y la quinta zona metropolitana. Es cierto, es más fea que un coche por abajo y nunca tendrá la hermosura de Puebla o Querétaro, pero puede llegar a ser agradable, como sucedió con Monterrey.
Cada vez más colonias del que fuera el municipio más poblado del país son ahora zonas de trabajo, totalmente muertas y abandonadas durante la noche
Los estados, y sus respectivas capitales, que más crecieron son aquellos que tienen un trabajo constante de atracción de talento. Dejando de lado Quintana Roo y Baja California Sur, que basaron su crecimiento en el desarrollo de zonas turísticas, estados como Querétaro, Nuevo León y Aguascalientes lo hicieron con atracción de talento. El caso de Querétaro es sin duda el más significativo: el estado tiene la segunda tasa de crecimiento (2.7 por ciento) y el segundo saldo migratorio interno (6.2 por ciento) del país. Monterrey es ya la segunda zona metropolitana, por encima de Guadalajara. La diferencia entre ambas es muy pequeña, menos de 80 mil habitantes, prácticamente los mismos con los que la perla tapatía superaba a la sultana del norte hace diez años, pero la tendencia apunta a un mayor desarrollo de la ciudad norteña. La Ciudad de México (CDMX), por el contrario, dejó de ser el lugar a donde todos quieren ir a trabajar. La CDMX (-2.8) y el Estado de México (-0.5) tienen tasa de migración negativa, esto es: son más los que salen que los que llegan en busca de un futuro mejor.
Pese a los esfuerzos, ciertamente mal ejecutados y no exentos de corrupción, el municipio de Guadalajara sigue decreciendo. A un ritmo de diez mil habitantes por año desde 1990 a la fecha, la capital de Jalisco pierde lenta pero constantemente habitantes. Hoy sólo uno de cada cuatro habitantes de la zona metropolitana vive en el municipio de Guadalajara, lo que se traduce irremediablemente en pérdida de calidad de vida y deterioro urbano. Cada vez más colonias del que fuera el municipio más poblado del país son ahora zonas de trabajo, totalmente muertas y abandonadas durante la noche.
Ni hablar, así salimos en la foto.
diego.petersen@informador.com.mx