La violencia y las hermanas Mirabal
Este 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional Contra la Violencia de Género y en este contexto o digamos, con este marco detrás, el gobierno de Zapopan y el Auditorio Telmex (luego de que la CLADEM emitiera un comunicado) tomaron acciones y cancelaron el concierto de Gerardo Ortiz, un artista al que se ha señalado -en varias ocasiones- de hacer apología del delito en sus canciones y más aún, en el video de la canción “Fuiste mía”. La decisión de otorgar o no permisos para la realización del evento, depende de instancias de gobierno y el hecho de decidir no hacerlo es una decisión asertiva para no contribuir al aprendizaje social de la violencia.
El cantante, por cierto, ya se había disculpado por el contenido del video, pero curiosamente sigue en las redes sociales. ¿Entonces?
Pongámoslo de esta manera; Un concierto no importa, pero, la construcción de identidad o el apredizaje social de la violencia es un tema que actualmente nos aqueja a todos. Sí, a todos. Obviamente y de manera más grave -y es donde tenemos que estar atentísimos- a las generaciones más jóvenes. ¿Por qué? Porque este tipo de aprendizajes, no se da en un masivo donde alguien canta (es preocupante la cantidad de gente que va y paga canciones que enjuician o califican o delimitan el comportamiento de la mujer, pero ese es otro tema), este aprendizaje de la violencia se da todos los días en el rosario de noticias, en las historias que ya no se ocultan de los robos en colonias y barrios, en las desapariciones y en nuestros contextos de movilidad (a dónde vamos y a dónde ya no vamos y sobre todo, cómo vamos), si a eso lo coronamos con eventos de entretenimiento donde normalizamos esos discursos y nadie -porque todavía hay quien sí puede tomar decisiones- hace nada, estamos perdidos. Que una instancia funcione y haga visible la decisión, abre un atisbo de conciencia.
El 25 de noviembre surge como un dia emblemático, debido a la valentía de tres mujeres: Las hermanas Mirabal, Minerva, Patria y María Teresa fueron víctimas de la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en República Dominicana en 1960. La hija de Minerva: Minou Tavárez Mirabal contó en una entrevista reciente, cómo su madre en la cárcel -porque la encerraron varias veces- cantaba para darle esperanza a los demás presos, una vieja canción cubana; el ratoncito Miguel.
“Dicen que el ratoncito Miguel
Ha venido muy contento a bailar
Porque el gato Micifuz
Dormido en su cueva está.
Entonces, llama a bailar
La cosa está que mete miedo
Y horripila de verdad
Vamos a ver quién va
A ponerle el cascabel a Micifuz”.
En la historia se guardan significados, es emergente que podamos recuperarlos.